90 escalones (AU) -Español [Clexa]

Capítulo 22

LEXA

Desde el día de la fiesta había pasado un par de días. Un par de días sin ver a Clarke, no es que la rubia hubiese huido de nuevo, no. Gracias a dios. Es que no habían podido encajar horarios, ella tenía un par de reuniones esas de club y fiestas en casas de lujo, y Lexa por su parte tenía que estudiar para un examen y adelantar trabajo en el taller para cubrir sus horas de estudio. Al menos durante esos días habían estado en contacto, y Clarke para nada parecía estar distante con ella en ningún momento. Por lo que la cosa parecía ir bastante bien, al menos por ahora.

Recordando el día de la fiesta le resultó increíble como Clarke podía encenderla tan rápido, tan sólo pasándole un dedo sobre sus labios logró que su cuerpo ardiera como una mecha. No podía controlar su cuerpo, y lo que más le podía preocupar, tampoco podía controlar su cabeza. Esa rubia era capaz de noquearla mentalmente con un simple pestañeo.

-Lexa. –Dijo Anya a su lado llamando su atención.

-¿Qué pasa? –Preguntó saliendo debajo de un coche.

Anya sólo se limito a indicarle con la cabeza hacia dónde mirar.

-Bueno, bueno, bueno. ¿Y qué le trae por aquí señorita Griffin? –Preguntó risueña a Clarke que apareció con su coche propio.

-Es trabajo, al menos para ti. –Dijo Clarke sonriente. –Necesito que le cambies el aceite y no sé qué cosa. Aquí tengo los papeles. –Decía entregándoselos.

-¿Sabes que cerramos a las dos, cierto? –Preguntó Lexa alzándole una ceja. –Son menos cuarto, Clarke. –Respondió cuando vio desconcierto en la cara de la rubia.

-Joder. Quería llegar antes, pero mi madre.... –Dijo llevándose una mano a la frente. –Es igual, ya vendré mañana.

-Frena. –Contestó Lexa agarrándola con disimulo de la mano. No era conveniente que mostraran afecto en público, sabía que a Clarke le traería problemas, y no quería causárselos. –Creo que tienes una ventaja. Una gran ventaja. –Sonrió pidiéndole las llaves del coche con la mano hacia arriba.

-Pero no te va a dar tiempo. –Respondió Clarke pasándole las llaves.

-Me quedaré aquí un rato más. Puedes pasarte... -Decía mirando un gran reloj que había en la zona del taller. –Creo que dentro de hora y media o así.

-Gracias, de verdad. –Contestó Clarke completamente agradecida.

-¡Lexa! –Exclamó una tercera voz a sus espaldas. –Oh cielo, pura maravilla tus manos. Has dejado mi coche reluciente.

La tal Gloria hizo su aparición en escena. Y por la cara de Clarke parecía que no le era de mucho agrado...

-Es mi trabajo. –Contestó ella un poco cohibida. No le gustaba ese tipo de comentarios fuera de lugar. No era tonta y sabía a lo que iba la mujer. No era la primera vez que veía y sentía ese tipo de acercamientos, al igual que tampoco era la primera vez que los rechazaba.

-Y lo haces increíblemente bien. –Decía Gloria tocando con cariño su brazo.

Clarke carraspeó detrás, haciendo que la mujer girase su cara.

-Oh. Querida. No te había visto. –Fingió sorpresa. –Al parecer el club se va a mover de sitio al taller. –Sonrió la mujer.

-Hablando de club... su marido estaba allí hace una media hora. –Soltó Clarke mientras observaba que Gloria se tensaba ante el comentario. –Y por lo que se...creo que la estaba esperando para comer.