Capítulo 7

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CLARKE

Cómo cada martes, Lexa hizo su aparición en escena. Pero esta vez era diferente, ni buenos días, ni sonrisa pícara, ni gesto chulesco, ni mirada examinadora por todo su cuerpo, nada. Absolutamente nada. Le resultó bastante extraño la verdad. Además, tampoco podía negarse que hasta había sentido un poco de decepción ante la indiferencia de Lexa.

La vio perderse delante de sus narices hacia el garaje, ni tan siquiera se había quedado a sus espaldas para examinarla, sabía perfectamente que hacía eso, ya que la había pillado un par de veces de lleno mordiéndose el labio mientras ella caminaba delante y la observaba de reojo.

No podía negar que le gustaba esas cosas, le gustaba despertar algo así en alguien. Para que mentir, le gustaba sentir que gustaba. Y más si ese alguien era Lexa, la chica era muy guapa, para que negarse más, era un hecho bastante claro. Tenía un bonito cuerpo, una cara preciosa y unos ojos de otro mundo donde te podías perder perfectamente en ese verde, te envolvía por completo, casi apartándote del resto de la realidad.

Repitió la acción de siempre a la espera de que Lexa apareciese. Pero no. No aparecía. Esperó un poco más y nada. Hasta se preocupó y decidió bajar al garaje. Observó detenidamente pero no la vio, es más no escuchaba ningún ruido ni nada que indicará alguna presencia en el lugar.

Incluso pensó que posiblemente se había largado, pero fue cuando vio unas zapatillas deportivas junto a un coche cuando descubrió que podría estar pasando.

Abrió la puerta rápido para pillarla de lleno.

-¡Joder! –Se quejó pegando un salto del asiento trasero, llevándose la mano al pecho. –No puede una ni dormir tranquilamente. –La miró sentándose en el asiento.

-Así que duermes en el trabajo.... –Dijo Clarke mirándola con la ceja levantada.

-¿Qué problema hay? Sabes perfectamente que aquí no hay nada que hacer. –Le dijo rápidamente molesta. –Ah no ser.... Que tú quieras hacer algo... -Dijo levantando una ceja.

-¿Te lo tienes muy creído, verdad?

-No sé en qué estás pensando... Yo sólo me imaginaba un baño en la piscina o algo así.

-Así que hoy no quieres provocarme... -Dijo Clarke haciendo que Lexa abriera los ojos como platos. –Digo, siempre sabes cómo sacarme de mis casillas. –Llevando la conversación hacia otro terreno, despistando a Lexa por completo. Una de cal y otra de arena. Dios, se lo pasaba tan bien confundiendo a Lexa.

-Te salvas porque ya ha terminado mi horario laboral. –Dijo señalando su móvil y dando un pequeño golpecito con su dedo en la pantalla. –Si no... no te librarías de algún que otro pique. –Por cierto, te queda muy bien esa camisa. –Dijo mirándole descaradamente el escote cuando pasó por su lado.

Tuvo que resoplar cuando Lexa se perdió del lugar, esa mujer estaba provocándola como nunca antes habían hecho con ella, básicamente porque nunca había permitido algo así con nadie. Ni si quiera le permitía a Finn ese tipo de comentarios ni miradas.


LEXA

Le encanta la actitud de Clarke. La rubia estaba subiendo más escalones cada día, lo sentía y lo sentía también en su entrepierna. No podía evitar la excitación que sentía cada vez que la veía, cada vez que la pillaba mirándola sutilmente, cada vez que notaba su presencia cerca. Despertaba cosas en ella que hacía mucho que no sentía. Cosas que pensaba que habían desaparecido para ella.

90 escalones  (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora