Capítulo 33

7.5K 664 75
                                    


CLARKE

Estaba intentando disfrutar de una ducha, sintiendo como el agua recorría su piel y relajaba sus músculos, dejándose llevar por sus pensamientos. O más que nada dejándose llevar por todos los recuerdos que estaba almacenando junto a Lexa, cada caricia, cada beso, cada sonrisa, cada muestra de atención, cada detalle... Aunque claro, siempre estaba esa estúpida y horrible realidad que la abofeteaba constantemente. Esa realidad que con el paso de los días odiaba más y más. Y a la que de forma irremediable estaba amarrada y unida.

Finalmente su madre había decido que sería mejor una cena – fiesta por la noche para celebrar su cumpleaños. Sin consultarle para nada, claro. ¿Qué importaba la cumpleañera? Eso no era lo importante. Lo importante era poder recrear en esa estúpida fiesta todo lo que su madre quería que los demás viesen. Lo de siempre, apariencias por apariencias.

Al menos el día anterior había tenido una fiesta sorpresa, la cual disfrutó por completo, y justo por la mañana había disfrutado de un ratito de Lexa, aunque solo fuera en el taller. Le bastaba con tal de ver sus ojos verdes de nuevo aunque solo fuese un minuto. Se había dado cuenta de que era adicta al color que desprendían.

Iba a salir ya del baño para dirigirse a su habitación y ponerse algo cómodo mientras esperaba antes de ir a casa de sus padres, donde sería la celebración, cuando llamaron al timbre.

Por un momento pensó que quizás sería Lexa, pero la castaña le comentó que aprovecharía el resto del día y de la noche para prepararse unos temas que tenía que estudiar. Así las dos estarían completamente aburridas, palabras textuales de Lexa.

Así que se puso el albornoz y se dirigió a abrir.

-¿Qué haces aquí? –Le preguntó a Finn cuando se lo encontró tras la puerta.

-Felicidades. –Dijo el chico sonriendo y acercándose dejando un corto beso en sus labios, gesto que para nada compartió. –Te he traído un regalito. ¿Puedo pasar? ¿O me vas a dejar aquí?

Finn no solía ir a su casa salvo en contadas excepciones, así que realmente aquello le chocó bastante.

-Perdón. –Dijo ella apartándose a un lado.

-Aquí tienes. –Dijo Finn entregándole una bolsa.

-Gracias. –Contestó ella mientras abría una caja.

-Te va a quedar perfecto. –Dijo Finn cuando sacó un bonito vestido negro de la caja.

-Es muy bonito. –Dibujó en su rostro una sonrisa agradecida. –Pero no tenías por qué.

-Deberías ponértelo esta noche, junto a esto. –Dijo esta vez el chico sacando una caja del bolsillo interno de su chaqueta.

-Vaya. –Soltó Clarke algo sorprendida. –Es precioso. –Dijo pasando suavemente un par de dedos sobre un bonito collar plateado.

-Todo por que vayas perfecta en tú día. –Sonrió Finn. –Aun queda tiempo. –Dijo mirando su reloj. -¿Quieres que lleguemos juntos? Te espero aquí. –Sin darle tiempo a contestar, sentándose en el sofá.

La presencia de Finn en su piso la verdad es que no le agradaba mucho, sólo el hecho de pensar que Lexa podría aparecerse sin avisar, como en otras ocasiones, le hizo ponerse completamente nerviosa, así que prácticamente voló arreglándose, quería salir cuanto antes de allí. Necesitaba salir de allí.

-Déjame ayudarte. –Dijo Finn tras ella, llevándose un leve susto cuando intentaba subirse la cremallera del vestido.

Sintió sus manos sobre su espalda de forma ligera, tanteando el camino de la cremallera hasta alcanzarla y subirla con demasiada lentitud. Una lentitud que ella estaba odiando.

90 escalones  (AU) -Español [Clexa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora