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Esperaba este día con impaciencia. Y es qué hoy Claire regresa de Nueva York y me muero de ganas de explicarle el giro de 180º que ha dado mí vida.

Tom y yo nos dirigimos a casa después de trabajar. Él ha puesto música mientras yo contemplo embelesada el anillo de compromiso que luzco en mí dedo. Un haz de luz se refleja en el diamante principal y destella en todos y cada uno de los demás diamantes que lo componen. ¡Aunque no hay nada más brillante que nuestro amor!

Acabamos de bajar del coche cuando recibo una llamada en mí teléfono móvil. Es Claire.

-¡Hola Claire! ¿Ya has aterrizado?- le pregunto.

-¡Liz! ¡Charlotte está en el hospital!- exclama Claire.

-¡Qué! ¿Qué ha pasado? ¿Está bien?- le cuestiono preocupada.

-¡No hay tiempo para explicaciones! ¡Necesitamos que vengas!

-¡En unos minutos estoy allí!- añado corriendo de nuevo hacia el coche.

Tom me imita.

-¿Qué pasa, nena?- me pregunta confuso.

-¡Es Charlotte! ¡Está en el hospital!- respondo nerviosa.

De inmediato nos subimos al coche y Tom conduce rápidamente hasta el hospital. Aunque no está demasiado lejos de casa el camino se me hace eterno.

Después de aparcar el coche vamos a toda prisa hacia la puerta de urgencias. Más allá de la sala de espera, en unos asientos junto a los boxes médicos, Claire espera impaciente a que acaben de atender a Charlotte. Al verla me fundo con ella en un largo abrazo, la he echado mucho de menos. Acto seguido le pregunto por lo sucedido ansiosa porqué me dé información.

-¿Qué ha pasado, Claire?- le pregunto.

Claire desvía la mirada hacia Tom antes de contestarme, cosa que me inquieta.

-Ha sido Powell, ¡le ha golpeado!- asegura.

-¿Qué?- le cuestiono indignada.

Tom frunce el ceño contrariado ante tal noticia.

-¡Voy a matarlo!- grito enfurecida.

En ese mismo instante sale del box médico el doctor que atendía a Charlotte. Ha acabado de practicarle el primer reconocimiento. Claire y yo nos abalanzamos sobre él con la intención de qué nos informe acerca del estado de salud de nuestra amiga.

-Doctor, ¿Cómo está Charlotte?- le pregunto.

-La señorita Jones se encuentra bien- nos aclara- Tiene un fuerte golpe en la mandíbula y le hemos tenido que dar cinco puntos de sutura sobre el ojo derecho. Tiene algunas contusiones por el resto del cuerpo pero ninguna le supondrá más que un hematoma. Esta noche permanecerá en observación y, si todo está en orden, mañana por la mañana le daremos el alta.

-¿Podemos verla, doctor?- le cuestionamos Claire y yo al unísono.

-Por supuesto- nos asegura el doctor indicándonos el camino hacia la puerta del box.

Claire y yo entramos en el box de inmediato. Tom nos sigue pero, ya en el interior, se queda junto a la puerta ofreciéndonos así algo de intimidad.

-¡Dios mío!- exclamo acariciando el rostro de Charlotte con la yema de mis dedos.

-¿Cómo estás, Charlotte?- le pregunta Claire angustiada.

-Estoy bien, chicas- asegura al observar nuestras caras de preocupación.

CITY OF LONDONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora