No puedo verlo sin tener una sonrisa estúpida en la cara... Sus ojos, demasiado hermosos, me dan hasta ganas de pintarlo pero no habrá color que refleje el de sus ojos... Sus labios, muy apetecibles; sus mejillas, tan suaves y blancas; sus cejas perfectas, su nariz, su respiración, sus pestañas, siempre tendrá unas maravillosas pestañas. ¡Su cabello! Tan lacio, me encanta tocarlo, sentir cada hebra entre mis dedos, como olas que se apropian de un barco. Sus orejas, me gustan sus orejas... Son lindas y siempre están algo frías, aunque al tocarlas toman algo de calor, me fascina cuando logro estremecerlo, hacerlo temblar; me hace sentir poderosa por un segundo, comparado a su poder... Causarle lo que me causa, y así observo cómo ambos nos ocasionamos miles de supernovas y sismos emocionales.
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Oniros
Short StorySegundo libro. Es recomendable leer el primero "Morfeo". Si los sueños se hacen realidad... ¿la realidad puede ser un sueño?