Oniros

Primer Sueño

—Abre los ojos, hemos llegado al primero.

Los abrí lentamente, comencé a escuchar ruidos, específicamente explosiones, luego gritos, y un viento demasiado fuerte, no era aterrador, todo lo contrario, se sentía liberador, como si levantara una represión, como... Una rebelión justa...

—Esto es lo que sueña un niño, en un país donde la política y la economía los tiene a todos bastante reprimidos y pobres.

Comencé a caminar, impresionada, estábamos en medio de todo, era como una zona de guerra, la tierra era gris y con muchos montículos, ¿qué clase de niño sueña algo así? Todo se veía tétrico pero se sentía pacífico... De repente, un temblor sacudió todo, me asusté y cerré los ojos con fuerza, Morfeo enseguida tomó mi mano y nuevamente habló.

—Ábrelos.

Le hice caso, noté enseguida que estábamos flotando, en un mar casi transparente, el agua se sentía cálida y nuevamente, liberadora, giré mi cara hacia la derecha, allí estaba Morfeo sonriéndome, me señaló hacia mi izquierda y giré hacia esta, había un niño, a unos metros, tenía sus ojos cerrados, pero estos lloraban, lloraban sin parar, entonces entendí que este era un mar de lágrimas, y quise llorar, quise abrazarlo, pero Morfeo me apretó la mano y enseguida lo miré.

—Tranquila, para eso estoy yo.

Con su otra mano tocó la superficie del mar, y todo se volvió verde, con un cielo despejado, con un viento fresco, escuché risas... El niño estaba ahora jugando muy alegre con un perro, un Golden café oscuro, sonreí.

—Su mascota murió de hambre hace un par de años.

Dejé de sonreír.

—¿Qué? ¿Acaso es... por la crisis?

—Me temo que sí, pero ya son consecuencias humanas en las que no puedo hacer nada.

—Esto, no debería ser así...

—Ven —me llevó suavemente— veamos algo más alegre.

Y cerré mis ojos con fuerza para no llorar.