Luego de varios días meditándolo y de que Morfeo me regañara-aconsejara, decidí escribirle cartas cuando esté sola y sin ningún oficio, así mis pensamientos hacia él se concentran de forma positiva y puedo leer tranquilamente mis inquietudes, es una buena forma de descargar esta energía extraña... En fin, no sabía sobre qué, pero ahora lo tengo.
Sus ojos, sus malditos y hermosos ojos, no me disculparé por la expresión porque esta carta solo la leeré yo, así que continúo:
Podría mirarlos durante horas, pero si él se concentra en mirarme siento que me atraviesa poco a poco y no lo resisto, me deshago, me pierdo... Su mirada dice muchas cosas, a veces creo que puedo comprenderlas, y aunque no esté segura, porque no había amado de esta forma, sus ojos me dicen que está enamorado, tiene "esa mirada" y oh por favor, me sentí tan especial y abrumada, no todos los días te pueden mirar así, amo sus ojos, sus pupilas, tan oscuras, son atrayentes como un hoyo negro... El color de su iris, ya no sé cómo pasa pero, me he dado cuenta de que toma diferentes tonos, sobre todo miel, gris, o un café muy, muy claro, es un color espectacular, es mi color favorito.
Sus ojos son la cosa más bonita del mundo, y aunque muchas veces los he mirado, en mi memoria no se reflejan con el honor que merecen.
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Oniros
القصة القصيرةSegundo libro. Es recomendable leer el primero "Morfeo". Si los sueños se hacen realidad... ¿la realidad puede ser un sueño?