Oniros

Hermano

Estaba realmente seguro de que el inconveniente de los sueños con Leia fue causado y no un simple descuido, y estaba por averiguarlo.

—¡Hermanito Morfeo! ¿Qué te trae por aquí? —Mi hermano, estaba seguro.

—No me vengas con amabilidad, Fobétor.

—Ya te he dicho incansablemente que soy Iquelo.

—No me interesa, deja de entrometerte con Leia, si algo le pasa te juro que...

—¿Qué? ¿En serio me estás amenazando? —se acercó a mí con hostilidad— eres un debilucho, una deshonra para esta familia, tú, el gran Morfeo enamorado de una simple mortal, patrañas. Zeus no te dejará en paz tan fácil.

—No me interesa tu opinión, no me importa qué diga Zeus, no hacemos ningún mal, solo son sus estúpidas pretensiones y leyes, ella no es una simple mortal, créeme. Ya le has causado bastante mal, déjala en paz. —Le pedí controlando mi ira.

—Oh, mi hermanito está resentido. ¿Es por eso? ¡Era una niña traumada! Son fáciles de influenciar, es mi trabajo, ¿recuerdas?

—No es justo, nunca lo eres, de verdad he odiado el hecho de ser tu hermano —lo estaba repudiando cada vez más.

—Yo siempre pensé que eras muy blando, desde el día en que te entrometiste en mis pesadillas lo supe, déjame hacer mi trabajo, lo siento por ti pero así es, soy el portador de las pesadillas, y juro por Zeus que si vuelves a entrometerte en mi trabajo la pagarás. —Me señaló.

—Como sea Fobétor, déjala tranquila. —Me resigné dándome vuelta para irme.

—No durará para siempre, hermanito. Y repito, es Iquelo.

—Eso no lo decides tú.