—¡Morfeo! —Me lancé feliz en sus brazos.
—Vaya, al parecer alguien está feliz de verme hoy.
—¿Quién no estaría feliz de ver a su amado? —Me separé de su pecho y entrelacé mis dedos alrededor de su cuello.
—Bueno, esa es una buena pregunta —sonrió para mí, esa que ilumina mis sueños— y dime, ¿qué tal tu día?
—El trabajo estuvo bien, almorcé una sabrosa hamburguesa, llegué a casa, me duché, cené, y tuve que esperar a que secara mi ropa.
—¿Lavas en la noche?
—A veces, cuando hay ocasiones especiales y no tengo qué ponerme.
—Oh, vaya vaya, ¿y se puede saber qué hará la señorita mañana?
—Una cita —sonreí maliciosa, enseguida frunció el ceño, no había visto esa expresión, ¡es encantadora!
—¿Una cita? —repitió, algo inquieto, oh por favor perdónenme, ¡pero estoy disfrutando esto!
—Ajá, es un chico guapo, ¿te digo cómo se llama?
Soltó mi cintura, la que había tomado sin darme cuenta y me miró más confundido aún, bien, es conmovedor verlo celoso pero mejor me detengo.
—Y me está mirando muy molesto ahora —volví a sonreír.
—Por Zeus y su gloria, ¿acaso quieres causarme un ataque?
—No para nada, fue lindo verte así y no me resistí.
—No lo hagas de nuevo, o podría castigarte de alguna manera —dijo de una forma tan natural... Oh, un castigo, interesante...
—Ah ¿de verdad? ¿Y qué sería?
—No querrás saber...
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Oniros
Short StorySegundo libro. Es recomendable leer el primero "Morfeo". Si los sueños se hacen realidad... ¿la realidad puede ser un sueño?