Solo Eso...

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Hola Leia, ¿cómo está tu noche?

Bien... Ahora que has llegado.

¿Segura?

Sí, no es nada.

Estás hablando conmigo, aunque fuera un hombre simple igual sabría que ese "nada"  es algo.

¡Pues los hombres simples no hacen muchas preguntas aún sabiendo que es algo! Son astutos, por supuesto que saben que algo nos pasa, pero a veces prefieren no preguntar, luego lo dejan pasar y creo que eso poco a poco destruye todo. Pero... —de repente unas lágrimas se me escaparon de la nada— es difícil, ellos tienen que saber cuál es el momento correcto para dejarlo pasar, a veces lo agradecemos, solo...

No puedo hacer eso Leia, todos ustedes se guían por sus instintos, yo siempre estoy al tanto de todo, si es sobre ti, más aún. Por favor, ¿qué te preocupa?

Dirás que es tonto...

No lo haré, solo habla, por favor.

Me miró suplicante, preocupado, creo que estoy siendo egoísta, y tonta.

—No lo sé... Sucede que, estoy preocupada, suelo verte y compartir contigo, pero no sé qué haces durante el día, realmente me he puesto paranoica e imagino tonterías. Te extraño, sucede que te extraño y que solo quiero que seas mío, me parece raro andar en la calle sola, me hace falta estar contigo tomados de la mano... No lo sé, yo, no quiero sentirme así, pero lo hago... —y otro par de lágrimas huyeron de mí.

Oye, —me tomó el rostro con sus manos he hizo que lo mirara— lo entiendo, ¿crees que a mí no me haces falta? La mayoría del tiempo quiero correr junto a ti y vivir una vida, pero me es imposible, solo debo agradecer el hecho de tenerte cada noche, agradezco el espacio que me das en tus sueños, pero amor, solo podemos estar juntos así, puede que no sea suficiente, pero al menos ahora puedo estar aquí, recuerda cuando me prohibieron acercarme, eso sí era doloroso.

Lo siento, lo sé... Lo siento... —bajé la mirada y seguí llorando como tonta.

De lo que sí puedes estar segura es que te amaré por toda la eternidad —me abrazó tan fuerte que sentí fundirse nuestros corazones.

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