Es tan sensual, es tan dulce, tan pacífica, tan apacible, tan vulnerable, ella es... Todo un mundo para mí. La adoro, nunca pensé que podría querer a alguien así, si quiera pensé en querer a alguien. No estoy hecho para el amor, literalmente, solo nací para los sueños; y tengo miedo, no quiero ser precisamente quien rompa sus sueños, cuando en verdad quiero hacerlos plenos y felices, tengo miedo de destruir lo que me es fácil construir.
Si no estoy hecho para el amor ¿podré entregarle todo lo que anhela? ¿Podré ser quien espera? ¿Podré estar a su lado cada segundo? Lo que más me atormenta es seguir mi camino como Dios y ella como mortal... Ya no me imagino sin ella, sin sus ojos llenos de asombro, sin su sonrisa refrescante... Todo lo que me da paz. Aunque no quiero que este miedo me impida entregarle todo de mí, no debo permitir que este sentimiento reprima muchos más, quiero darle mi alma, fundirme con la suya, que seamos uno solo.La deseo... Como la deseo y ya no sé cómo controlarlo, después de ese inolvidable beso, me cuesta pensar en algo concreto, todo se revuelve, todos mis deseos saltan, y ya no sé cuánto pueda resistir. Soy un Dios, soy Morfeo, pero eso no evita que me sienta como un humano sediento de amor como cualquiera, esa hermosa mujer enaltece cada fibra de mi piel.
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Oniros
Short StorySegundo libro. Es recomendable leer el primero "Morfeo". Si los sueños se hacen realidad... ¿la realidad puede ser un sueño?