Oniros

El Fin de Mis Súplicas

—Simplemente no puedo aceptarlo.

—¿Por qué no? —Preguntó impávido su padre.

—Porque me enamoré de ella. —Afirmó.

—¿Es tan malo enamorarse de un humano, padre? —Habló esta vez Fantaso.

—Es indebido, innecesario, nuestro linaje es extenso, no se puede detener por esa simple razón.

—¡Por favor padre! ¡Tienes mil hijos! Eso es absolutamente ridículo —explotó Morfeo a mi lado algo angustiado.

—Sí, pero ustedes son los principales, ellos no tienen ninguna otra razón para incumplir con su deber. Además del linaje o no, Dioses y humanos, son mundos completamente diferentes, somos superiores, de una manera espiritual y física, los humanos están en este mundo gracias a nuestro control. En cada aspecto, cada Dios impone. Como tú, en sus sueños. Deja de querer comportarte como alguien inferior, aunque hayas logrado mostrarte así ante ella no dejas de serlo.

Todas las palabras del padre eran navajas clavadas de razón.

—Padre... —Continuó Morfeo casi suplicando.

—Entiendo. —Hablé, Morfeo inmediatamente se giró hacia mí asustado, cerré los ojos— no es natural, y no sigue el orden del equilibrio el hecho de estar juntos. Solo compartimos cada noche de mi vida y cada minuto de la suya, porque aunque eso sea real, cada uno debe de regresar a su responsabilidad, no queremos herir a nadie, por nada del mundo a nosotros mismos, solo soñamos, o sueño... Con el fin de amarlo —abrí mis ojos y miré a sus padres sin titubear— si no puedo verlo más, no podré tener más sueños. No quiero soñar, de hecho sería mejor olvidar todo. ¿Qué sentido tiene seguir viviendo cuando me han quitado lo que me da ganas de vivir? ¿Qué equilibrio habrá en mi vida si no tengo una razón de ser? ¿Si no tengo lo que más amo? ¿Si pierdo para siempre al hombre de mi vida? Sí, soy inferior. Pero mi amor por él no lo es.

—Leia, no te resignes. Por favor no lo hagas— me pidió Morfeo.

—Debe haber otra forma, —dije, mirándolo entre lágrimas— una en la que nadie resulte afectado en nada.

—Leia... —suplicó con el alma rota en sus ojos.

—Morfeo...