Lo busqué por días, pero al parecer no estaba en la misma dimensión de los Dioses, aún así decidí subir al Olimpo. No me rendiré, no ahora.
Las nubes comenzaron a moverse, para mi sorpresa, en mi favor. Iría por él, definitivamente llegaría a él, ese deseo me impulsó tanto que casi podía volar, pero solo eran las nubes formándome un camino, uno que se extendía hasta el horizonte, no importaba cuánto, ya estaba corriendo hacia él.
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Oniros
Historia CortaSegundo libro. Es recomendable leer el primero "Morfeo". Si los sueños se hacen realidad... ¿la realidad puede ser un sueño?