Humanidad

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—¡Zeus! —Grité ante los cielos que se presentaron en mi sueño.

Algo me empujó hacia arriba, cerré mis ojos ante la presión.

¿Qué quieres ahora, humana?

Me levanté del suelo en el que me hallé para mirarlo con determinación.

—Vine para renunciar a mi humanidad.

Me miró sin ningún tipo de reacción, casi me hace perder el control pero me mantuve.

¿Acaso eres capaz de ello?

—Estoy aquí por la misma razón, renunciaré a todo.

Vaya, el amor de verdad los vuelve estúpidos.

—Tal vez no es estupidez, sino la capacidad de romper nuestros límites.

Bien, como quieras, te lo concederé, pero tendrás consecuencias debido a ello.

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