Ya no era el mismo Dios de siempre, aunque cumplía con mi deber, ya no tenía esa luz, esa inspiración... Leia se había llevado mis partes hace siglos... Era demoledor.
Todos los días buscaba un sueño con ella, parecido, o singular... Ninguna chica tenía su sonrisa o sus ojos... Todos los humanos comenzaron a ser tan iguales o insignificantes para mí, que casi arriesgo sus sueños.
Quería cerrar mis ojos e imaginar el estar a su lado, pero no era lo mismo, ya nada lo era. Perdí todo por mi ineptitud, si hubiera hecho algo más... Ella no habría tomado esa decisión, no soporto la idea de haberla perdido, será y es mi pesar cada día, mi vacío es irreparable.
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Oniros
Short StorySegundo libro. Es recomendable leer el primero "Morfeo". Si los sueños se hacen realidad... ¿la realidad puede ser un sueño?
