{Guns N' Roses} Steven Adler Y Tú ♥ La Promesa

Capítulo 47 : Baby Boom

*Al día siguiente*
Después de desayunar fuimos a casa de los chicos para darles la noticia. Steven entró sin llamar y gritando.
-VOY A SER PAPÁ, VOY A TENER UN MINI POPCORN.
-¡¿Qué?!-se impresionó Duff.
-Exacto. La familia crece.-acaricié mi todavía plana barriga.
-¡Cómo me alegro!, aviso: ese niño va a ser demasiado consentido por mi.-me abrazó Axl.
-¿Por qué gritan tanto?-apareció Slash con el pelo más revuelto de lo normal.
-Steven va a ser padre.-sonrió Izzy.
-¿Vamos a ser tíos?
-Sep, todos van a ser tíos.
Nos abrazaron y felicitaron, estaban muy contentos.
*Esa noche en la habitación de Steven*
-¿Cómo se lo diremos a tus padres?
-Con mucho tacto. Y te aconsejo que lleves un spray de pimienta por si mi hermano intenta matarte.
Sonrió asustado.
-Tenemos que buscar casa, ahora que seremos una familia.-acarició mi barriga.
-No te agobies con eso. Solo hazte a la idea de que habrá otro rubito entre nosotros.-sonreí.
-¿Qué harás con la universidad?
-Continuaré la carrera más adelante, lo que importa ahora es preocuparnos por el bebé.
-Bueno...está bien pero no me gusta demasiado que dejes los estudios.
-No hay problema, esto es lo mejor que me ha podido pasar. Te tengo a ti y a él.-puse una mano en mi vientre.
-¿Cómo lo llamaremos?-sonrió poniendo su mano sobre la mía.
-Si es una niña...Jennifer.
-Y si es un niño...Michael.-sonrió.
-Está bien, mi rubito.-le dí un beso corto.
-Los amo, a los dos.-me lo devolvió.
-Y nosotros a ti.-lo abracé y nos quedamos dormidos.
*Al día siguiente*
Fuimos a casa de mis padres, ya era hora de que se enterasen.
-Papá, mamá, Jhonny: Vamos a...ser padres.
-¿Qué?-exclamó mi madre.
¡

Yo te mato, cabrón!-mi hermano le saltó encima a Steven.
-¡Jonathan!-lo agarró mi padre, separándolo de Popcorn.
Se lo llevó a la cocina para hablar con él y nos quedamos con mi madre.
-Mamá, te aseguro que vamos en serio. Queremos buscar una casa e irnos a vivir juntos.
-Los cuidaré, lo juro.-dijo Steve con cara de cachorrito abandonado.
-Bueno...______, es que eres muy jóven para ser madre. Tienes 18 pero...
-Estamos listos, lo prometo. Quiero pasar el máximo de tiempo que pueda con él o ella.
-Es difícil pero...está bien.-dijo a regañadientes.
Nos fuimos y Popcorn suspiró.
-¿Pasa algo?-dije preocupada.
-Estaba pensando...en lo que dijo tu madre. Es decir, somos muy jóvenes, quizás esto sea un error.
-¿Eso significa que no quieres a tu hijo?-me quedé helada.
-¡No! ¡No no no no no! Yo amo a ese bebé, por eso quiero que los dos tengáis lo mejor. Olvida lo que he dicho. Tengo que conseguir un empleo, una casa, un coche, comprar pañales y...JUGUETES, hay que comprar muchos juguetes y...
-YA-lo frené-Cuando sepamos si es un niño o una niña, empezamos a comprar cosas. Respira.-sonreí.
*2 meses después*
Estaba en el ensayo con los chicos, habían lanzado el nuevo disco e iba todo genial hasta que alguien tocó la puerta y fui a abrir, ya tenía un poco de barriga pero no demasiada y casi ni se notaba.
-Hola ______.-era Seb.
Cerré la puerta de golpe y volví con los chicos.
-¿Quién era?-preguntó Slash.
-Nadie.
-¡Por favor! ¡Es solo un momento, quiero hablar!-gritó.
Abrí de nuevo.
-______, yo...lo siento muchísimo, te quiero y me gustaría recuperarte, por favor.
-Verás, Seb, es que...
-Hola, Sebastian.-me abrazó el rubio por detrás.
-Hola Steven.-rodó los ojos molesto.
-¿Qué quieres?
-No es asunto tuyo.
-Sí que lo es. Necesita tranquilidad, más te vale no venir a joder.
-No te atrevas a hablarme así, idiota.-subió el tono.
-Mira, te lo diré rápido: vamos a tener un hijo y es por tu bien el que nos dejes en paz a los 3.
-Pero...
Cerró la puerta y entramos.
-Te has pasado.
-Te hizo daño y no se lo perdonaré.-besó mi mejilla.
-Mi rubito kawaii...-sonreí.
Esa noche vimos la tele por un rato:
"Skid Row cancela su gira europea a causa de una fuerte depresión por parte de Sebastian Bach, su vocalista, el jóven cantante se niega a salir de  casa ni a hablar con los periodistas. La banda pide perdón a sus fans por este acontecimiento."
-Steve, me siento fatal.-suspiré.
-Se le pasará, escucha, si en una semana no lo ha olvidado, vamos a hablar con él ¿vale?
-Bien.
No podía olvidar a Seb, había sido muy bueno conmigo y estaba empezando a pensar que esto había sido un error. Pase toda la noche mirando a un punto fijo y acariciando mi vientre mientras el rubio me abrazaba, durmiendo como el angelito que era.
-Todo se arreglará, bebé. El tío Seb se pondrá mejor.-susurré mientras una lágrima resbalaba por una de mis mejillas.
*Al día siguiente*
Llamé a Sebastian mientras Steve hacía el desayuno, necesitaba hablar con él.
Seb: ¿Sí?
______: Hola, ¿estás mejor?
Seb: No, quiero morir.-lo escuché llorar.
______: Por favor, no digas eso, no es bueno.
Seb: Ese hijo te lo quería dar yo y por mis estupideces lo perdí todo. Fui un imbécil y ahora no tengo nada.
______: Sí que tienes.
Seb: ¿El qué?
______: Una familia. Te queremos, Seb. Este bebé y yo te necesitamos, eres su tío Seb.-rió aún triste-Y te necesita ¿quién le enseñará a atarse los cordones o a elegir un póster de KISS de buena calidad?-soltó una carcajada.
-Yo...-suspiró.
-Ven a casa un momento.
-Voy saliendo, los amo.
-Y nosotros a ti, tío Seb.-dije con voz de niño y rió.
*Fín de la llamada*
Sonó el timbre, abrí la puerta y me abalancé sobre él para abrazarlo.
-Tienes que ser fuerte ¿vale?
Asintió mirándome, ví que una lágrima salía de uno de sus ojos y la sequé lo más rápido que pude.
-No llores más, eres el mejor y te queremos muchísimo.-lo abracé y le dí varios besos en la mejilla.
-¿Dónde está Steven?
Lo llamé y salió.
-¿Qué quieres?-dijo enfadado.