Capítulo 43 : El admirador no tan secreto

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Entonces ví a un hombre más alto que yo pero no demasiado, con el pelo castaño un poco por debajo de la nuca apoyado en el borde del barco mirando al mar, llevaba una camisa blanca de botones y unos pantalones negros ajustados.
-Perdona, ¿tú eres M?-se dió la vuelta y me quedé de piedra-¡Mick Jagger!-Dios, qué tonta ¿cómo no lo supe antes?
-Hola.-sonrió, tenía unos ojos azules muy bonitos y los labios gruesos.

-sonrió, tenía unos ojos azules muy bonitos y los labios gruesos

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-Me llamo ______.
-Yo Mick, aunque creo que ya lo sabes.-besó mi mano y sonreí.
-Todo lo que decías era...realmente hermoso.
-Casi tanto como tú.-me sonrojé, era un chico encantador.-¿Por qué discutiste con Sebastian Bach en el concierto?
-Es muy celoso y...bueno, era mi novio.
-¿Era?
-Era. Pero vamos a no hablar de eso, dejarlo ha sido la mejor decisión, es un paranoico.
-Bueno, teniendo un tesoro semejante, no es raro que quiera protegerlo.
-¿Eres así siempre?
-99% de las veces.-sonrió.
-Genial.-lo imité.
Estaba empezando a anochecer y ya se veían algunas estrellas desperdigadas por el cielo teñido de azul eléctrico. Paseamos mirando el mar, Mick agarró mi mano y yo no hice más que agarrar la suya también.
-¿Sabes? Creo que nunca me había sentido así.-habló mirándome.
-¿Cómo?
-En las nubes.
-Ah ¿no? Es extraño, teniendo en cuenta lo famoso que eres.
-Lo sé, quizás por eso no había ocurrido, porque las chicas que se me acercan, suelen hacerlo buscando reconocimiento.
-Odio a ese tipo de gente. La que tiene que conseguir algo a costa de los demás.
-¿Tú nunca harías eso?
-Ni pensarlo.
-Me alegra saberlo.-sonrió.
-Y a mi que lo sepas.-le imité.
Fuimos a cenar y seguimos hablando, empezó a hacer frío, estaba temblando a pesar de tener el vestido de manga baja.
-¿Tienes frío?
-Un poco.
-Estás temblando.-me dió su chaqueta.
-No, quédatela, te enfermarás.
-Da igual.-sonrió y me la puse, me quedaba grande pero era muy calentita.
-Eres muy dulce.
-¿Sí?
-Sí.
-Nunca me lo habían dicho.-se rascó la nuca.
-Pues lo eres, no pensé que fueses de esta forma.
-¿Cómo me imaginabas?-alzó una ceja.
-No lo sé la verdad, creo que un poco más "ligón", como se supone que son las estrellas de Rock.
-La gente generaliza muy a la ligera.
-Supongo, todo el mundo lo hace.
Me acompañó a mi camarote, le devolví la chaqueta y nos despedimos en la puerta.
-Me lo he pasado muy bien.
-Yo también. ¿Te gustaría quedar mañana? ¿En el mismo lugar, a las 5?
-Me encantaría.-sonreí.
-Genial, pues...hasta mañana.
-Hasta mañana, Mick.
-Adiós.-se dió la vuelta para irse pero lo agarré de la muñeca provocando que se girase chocando nuestros labios.
-Quizás mañana te de otro.-sonreí.
-Espero que me des muchos más.-me imitó.

*Al día siguiente*
Ya es oficial: Soy feliz. Hace 2 días que no veo ni a Seb ni a ninguno de sus amigos, el destino me ha regalado un hombre de verdad, tierno, atento, guapo...es maravilloso en todos los sentidos.
Después de desayunar, me compré un vestido negro y unas zapatillas sin tacón a juego. Llegué a la habitación y encontré una rosa y una carta:
Gracias por aparecer en mi vida, como un ángel que ha iluminado mi triste, oscura y vacía existencia.
Hasta esta noche mi brillante estrella.
Mick Jagger.
Suspiré y quedé sentada en la cama, era demasiado hermoso, temía que se acabase en cualquier momento.

*A las 5*
Estaba esperando en el lugar de siempre pero no llegaba. 5:30, 6:00, 6:30,7:00...pero nada. A las 7:30 volví a mi camarote llorando. Me sentía estúpida y decidí no volver a confiar en un hombre. Tiré las rosas, los bombones y rompí las cartas. Quería olvidarme a toda costa de este chico, bueno...y de todos. Me pasé la noche llorando en mi cama, me había enamorado demasiado rápido. Sentía que nada tenía sentido para mí.

*Al día siguiente*
No me molesté en arreglarme demasiado ya que no quería salir del cuarto. Bajé al comedor, solo tomé un vaso de leche, no tenía hambre, al salir me encontré con Rob.
-¡______! Te he estado buscando por todas partes, es Mick, Seb se ha enterado de la cita que teníais y lo ha encerrado en el baño, lleva ahí desde ayer por la tarde, no sabemos cómo abrir la puerta.
-¡¿QUÉ?! YO LO MATO.-corrí hacia su camarote y toqué en la puerta.-SEBASTIAN.
-Hola.-sonrió abriendo. Nada más verlo le dí un bofetada.
-TE DIJE QIE TE ALEJARAS DE MÍ Y ESO SIGNIFICA TAMBIÉN NO ENCERRAR A MICK EN EL BAÑO.
-Pero, yo...
-MÁS TE VALE DEJARNOS EN PAZ DE UNA MALDITA VEZ SI NO QUIERES QUE VUELVA Y NO A HABLAR. DAME LA LLAVE.
Me la dio sin decir nada, estaba asustado e impresionado, siempre me creyó más débil. Eché a correr hacia el baño y ví una puerta con marcas de patadas, imagino que los chicos tratarían de tirarla de cualquier forma. La abrí y ví a Mick durmiendo en el suelo.
-Mick.-lo moví.
-¿Qué?-se despertó-Ha sido Seb, siento muchísimo no haber ido ayer, te quiero mucho, por favor, créeme.
-Eres a la persona que más creo de este barco.-lo abracé-Ya me he encargado de él, no creo que nos moleste más. Yo también te quiero.-le dí un beso esta vez más largo y tierno que nunca.
-Debería quedarme encerrado más veces.-sonrió.
-No te hará falta.-le imité.

Bueno Gunners, moraleja: No todo es lo que parece. Me está gustando mucho por donde va la historia asique por eso los capítulos van más rápido.
L@s quiero😍😘😘

{Guns N' Roses} Steven Adler Y Tú ♥ La PromesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora