Ahora era lunes. No sé como rayos este fin de semana se la pasó volando. Ya tenía mi ensayo de literatura listo para ser entregado a la profesora Bárbara. Esperaba sacar buena nota. Aún no podía quitarme de la mente sobre la conversación de Josh y Paul, su…su amigo ¿no?
Quería saber urgentemente que rayos estaba pasando. Dios. ¿En qué me metí?
Acompañé a Tyler a su casillero mientras yo deleitaba su rico Yogurt que traje de casa. Era de fresa, con trocitos de fresas. Mmm. Amo las fresas.
Mientras esperaba que Tyler cambiara sus libros, Josh estaba del otro lado de la hilera de casilleros. Estaba junto con Donovan Hawkins, ambos con la chamarra del equipo de fútbol. Josh parecía no prestarle mucha a atención a su amigo, que se mostraba muy entusiasmado Dios sabe de qué. Y ahí fue cuando nos miramos.
Me quedé quieta, estampada contra los casilleros azules. Tragué saliva. Nervios. Algo en mi estómago ¿No le llamaban mariposas? Mi cuchara se quedó en mi boca, lamiendo el cubierto como si tuviera yogurt aunque solo sentía el sabor metálico.
Se acomodo su mochila, sin dejar de mirarme. Se rascó la nuca con una de sus manos y ¿qué fue eso? ¿Tendría algo en el ojo? Por que lo cerró y volvió a abrirlo. Creo que ese gesto se le llamaba “guiño”. Josh Welch, el chico que odio y que ahora me da miedo, me había guiñado el ojo.
- Sue, Sue, querida, ¡Wiltmore!- me llamó Tyler.
Dejé caer la cuchara e impactó en el suelo. Josh ya se había ido. Cogí el cubierto y lo guardé en mi mochila, mientras Tyler abrazaba su cuaderno con una ceja sospechosa.
- ¿Qué?
- ¿Qué pasa contigo, querida? Has estado muy distraída estos días.
- Claro que no-sacudí mi cabeza y caminamos por el ruidoso pasillo-. Vamos Tyler ¿Acaso nunca has estado en tus días?
- Eh, no querida, por que yo no soy mujer- se hechó a reír.
- No esa clase de días, tonto- le dije contagiándome de su risa-. Ya sabes…esos días en los que estas…
- ¿Distraído?
- No, es otra palabra.
- No sé cual palabras buscas, pero que “Distraída” es la palabra indicada- sostuvo Ty.
- Pues sí, ya, lo admito- me rendí-. He estado distraída esta semana ¿Feliz?
- ¿Y cuándo vas a admitir que te gusta mi hermano?
- ¿Qué?- chillé anonadada-. Tyler Welch, retráctate ahora mismo, ahora.
- De acuerdo, de acuerdo- dijo alzando las manos, inocente-. Me retracto.
- No vuelvas a decir eso- le ordené-. Es un idiota. Solo hablamos una sola vez y casi le dejo el ojo morado.
- Okey, okey. No volveré a decir eso.
Me giré sobre mi hombro, mi cabello rojizo moviéndose como una cortina. No, Josh se había ido. Y no, no me importa, no estaba esperando a que se quedara. El timbre sonó justo a tiempo cuando entramos. Los únicos puestos que quedaban eran los de atrás. Me mordí el labio, haciendo una mueca de fastidio. No me gustaban los puestos de atrás por varios motivos: 1- No puedes escuchar bien la clase 2- Siempre los “populares sin cerebro” se sentaba en ese sitio 3-No me gustan los asientos de atrás. Pero no me quedaba de otra.
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Different Mind
Teen FictionNacieron hace 17 años en el mismo día, mismo lugar pero con dos minutos de diferencia. Los Gemelos Welch son idénticos a excepción de que se les diferencia por una cosa: Josh es el rudo, el chico malo, el mujeriego, el temerario de la secundaria y p...