Te ignoro hasta en la sopa

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Sue

Desde ese día supe que tenía que alejarme de él…o por lo menos tratarlo como desde el principio: como dos completos extraños. Era mejor estar así con él. Había alterado el orden de las cosas ayer causando un escándalo. Él y yo no podríamos estar juntos, fuera de la forma que fuese.

Apenas había pasado cuatro días luego de aquel “incidente” y desde ese día decidí aplicar “la ley del hielo”. No lo veía en clases, ni en la cafetería, receso, patio o en el vecindario. Lo ignoraba hasta en la sopa. Ahora estábamos en las gradas de la gran cancha, en los últimos puestos para ser específicos. Tyler leía uno de sus libros que le dieron en Navidad y yo estaba en mi mundo con mis audífonos mientras repasaba un poco de inglés.

Podía sentir la mirada de Josh sobre mí. Sabía que estaba entrenando con el equipo por el gran juego, pero por eso no iba a esconderme de él. Sentí un toque en mi mano. Era Tyler que quería decirme algo y saqué el audífono derecho de mi oreja.

-          ¿Qué les pasa?

-          ¿Ah? ¿Qué cosa?- vacilé.

-          A ustedes dos- respondió.

-          ¿Puedes especificar mejor?- fingí no saber, aunque sabía perfectamente de quién hablaba.

-          De ti y de Josh. ¿Qué les pasa?

-          Nada. Todo está en perfecto orden- respondí con tranquilidad y volví a introducir el audífono en mi oído pero fue tirado de mi oreja de nuevo.

-          No te hagas la loca, Wiltmore- me advirtió Tyler ¿Y a este que le pasaba?-. Algo les pasa, en especial a ti.

-          ¿Solo soy yo la que está mal?- insinué-. ¿Por qué no le preguntas a él?

-          ¿Qué hay de malo en él?

-          ¿Qué hay de malo en él?- chillé incrédula-. Todo está mal en él. En primer lugar porque es un ególatra, vanidoso y un doble cara ¿Cómo es posible que en las vacaciones me hablara y aquí no, ah? Es obvio que tiene miedo de lo que todos vayan a pensar, es algo como “Ay Dios, El fabuloso Josh Welch hablando con la ingenua Sue Wiltmore, que horror” y que su estúpida popularidad se desmorone ¿Continúo?- le miré expectante, esperando a que respondiera.

-          Eh, no- respondió mirándome con el ceño fruncido-. Ya la lista es muy larga. Escucha- se acercó a mí-. No lo juzgues de esa forma ¿Quieres? No digo que esté de su lado pero…quizás debería sentir apatía, ponerte en su lugar.

-          Explícame exactamente por qué debería hacerlo- le ordené, cruzándome de brazos.

-          Bueno…- tartamudeo. Definitivamente lo tomé por sorpresa-. Porque quizás este…mmm… ¿Presionado?

-          ¿Presionado?- repetí-. ¿Presionado? Presionado por su ego- cogí mis cosas echándolas en mi mochila con rapidez-. Iré a clases.

-          No, no Sue, no quise decir…- escuché a Tyler a lo lejos, pero ya no podía oírlo, ya estaba casi en la primera fila de las gradas.

Era increíble ¿Ahora Tyler? ¿Qué nadie podía comprenderme? El colmo es que le contara a Genevieve y ella me dijera “Pero tienes que entenderlo” listo. Me escaparía de casa. Ahora solo quería terminar esta clase y largarme un rato en mi mundo “feliz y relajado” como debía ser ahora.

-          ¡Cuidado!- logré escuchar.

Pero cuando volteé, solo sentí algo grande y marrón que iba en mi dirección y me golpeó la cabeza.

Different MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora