Sacrificio

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Tyler

 

Llegué de la escuela finalmente. Lo bueno de estas últimas semanas, es que los profesores no envían tantos deberes como antes, lo que es un verdadero milagro. Caroline y yo acompañamos a Sue todo el día, dispuestos a defenderla sin alguna de las secuaces de Madison se atrevían a hacerle daño. Pero como no estaba la abeja reina, las obreras no recibían órdenes, por lo que no nos hicieron daño. Ya era hora de que alguien les diera una lección a esas tres. Me encantó el drama que hizo Amber al enterarse de que fue suspendida del equipo de porristas por unos días. Parecía una auténtica actuación de telenovela. Amanda pareció no darle mucha importancia a su suspensión del equipo.

Vaya, estaba realmente hambriento. Era mejor que ordenara algo de Pizza, era deliciosa y llegaba rápido. Abrí la puerta y dejé mi mochila a un lado de esta. Me dirigí a la cocina para tomar el teléfono inalámbrico y ordenar una deliciosa pizza de queso y maíz, cuando escuché un llanto en el patio. Me detuve a escuchar de nuevo. Si, alguien estaba llorando. Pareciera como si estuviera desesperado. Me asomé discretamente desde la cocina, la puerta de atrás estaba abierta y Josh daba vueltas en círculos. Se agarraba del cabello, como si fuera a arrancárselo, lanzaba insultos y volvía a llorar. Oh por Dios ¿Qué ha sucedido? Jamás lo había visto llorar tan fuerte como hoy. Quería preguntarle, pero por una razón me quedé allí, observando. Su teléfono sonó y él contestó.

Josh

La ansiedad me estaba matando, la agonía de esperar me ponía los pelos de punta. Me había fumado cinco cigarrillos y ninguno me calmaba. Rogaba, rezaba que Massimo fuera compasivo conmigo, que tuviera sentido común. Nunca debí firmar ese maldito contrato, nunca.

Mi teléfono sonó y yo me sobresalté. El nombre de Paul apareció en la pantalla. Mi mano tembló, pero tenía que contestar.

-          ¿H-Hola?

-          No sé qué diablos estaba pensando cuando te di este trabajo- la voz ronca y furiosa de Massimo me hizo detenerme por completo-. Eres un completo idiota.

-          S-Señor…f-fuimos emboscados. L-La policía…

-          Ya lo sé, inútil. Paul tuvo que dar la cara por ti. Eres tan cobarde, que no puedes ni siquiera hacer eso.

-          Señor…

-          Deja de llamarte señor, maldita sea- gruñó y yo callé. Estaba llorando en silencio-. Sé que la ubicación que Branca dio para la entrega no fue una buena idead desde un principio, la policía de Surrey Hills merodea mucho por esa zona, pero él es muy terco. Considérate afortunado, muchacho. Por lo menos tienes el dinero y no te atraparon ¿Lo tienes, no?

-          S-Sí.

-          Excelente. Por lo menos eres bueno huyendo. Branca está furioso, muy furioso. Logré llegar a un acuerdo con él. Debes entregarle el dinero en la calle College ST frente a Hyde Park Park a media noche ¿Has comprendido?

-          Calle College ST, Hyde Park, media noche- repetí para que la información se grabara en mi estresada y agobiada cabeza-. ¿Paul va a llevarme?

-          Paul te llevará, si, lo hará. Y más te vale que entregues ese maletín, sino, sabrás lo que es no cumplir una orden de Massimo Castaneda.

Different MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora