Sue
Luego de salir de los vestidores del gimnasio, esperé afuera a Tyler como siempre. Había un banco al lado de los casilleros, en el pasillo de afuera y me senté allí. Vaya, que calor. Deberían poner un aire acondicionado, así el dinero que pagamos serviría de algo. Alguien se sentó a mi lado y era Caroline Franco.
- Hola Caroline.
- Hola Sue- sonrió-. ¿Qué haces?
- Oh, espero a Tyler- me giré hacia los vestidores, solo salían unos cuantos chicos sudorosos pero no mi amigo.
- Oh- respondió ella, quedándose callada por unos minutos-. ¿Cómo te va en tus clases?
La pregunta me tomó por sorpresa. No, no fue la pregunta, creo que fue ella. ¿Por qué le interesa saber de mí? No es que no quiera pero…saben…es un poco extraño que alguien con quien no convives mucho se te acerque y te pregunte eso.
- Pues, supongo que bien- sonreí-. Todavía no he reprobado nada.
Caroline comenzó a reírse, creo que más de lo normal.
- Eres muy simpática ¿Sabes?- me dijo.
- ¿Enserio? Vaya, gracias.
- Tengo que irme. Nos vemos luego.
Me despedí de ella con la mano y pensando sobre lo que acaba de ocurrir. Bueno, fue algo extraño pero no me quejo. Creo que ya es hora de que tenga una amiga nueva pero…su conducta de ahora fue algo ¿Rara? Escuché gritos y silbidos de burla muy fuertes. Cuando me levanté, vi como Tyler fue empujado y cayó al suelo. Le tiraron su bolso encima y Donovan…digo, Don Juan comenzó a reírse de él y a darle patadas. Oh no, a mi amigo no, Don Juan. Caminé hecha una fiera y lo cogí por su camiseta, alejándolo de mi amigo que se cubría el rostro.
- ¡Oye, imbécil!- le grité a Donovan-. ¿Qué diablos te sucede?
- Oh vaya- se rio este-.Sue Wiltmore ¿Cómo estás, preciosa?
- A como toques a Tyler de nuevo, te voy a dejar sin hombría ¿Oíste?- le advertí muy claro mientras le apuntaba su pecho.
- Wow ¿Oyeron eso, chicos?- preguntó este, dirigiéndose a la cuerda de retrasados que se asomaban por la puerta del vestidor, riéndose-. Tyler no puede defenderse solo, tiene que llamar a una chica.
El resto se rio cómplice de su tonto chiste mientras yo me agaché para ver a Tyler, sus manos aún en su rostro.
- ¿Ty? Ty soy yo.
Tyler comenzó a retirar sus manos y pude ver que su boca estaba pintada de rojo, el color sobresalía de sus labios. Sabía que era pintura de labios, y de la barata, pero no solo me molestó eso, sino que su ojo estaba…. ¿Estaba morado, hinchado? Apreté mis puños y me levanté, hirviéndome la sangre.
- Lárgate, marica- espetó Donovan a Tyler-. Lárgate junto a tu perrita faldera.
Y hasta aquí llegué yo. Con toda la fuerza que pude usar en ese momento, mi rodilla golpeó su entrepierna, haciendo que chillara de dolor como una niña y se agachara, para luego tirarse al piso, sus manos cubriendo a su amigo.
- Miren quien es la perrita ahora-le dije a Donovan, observándolo a mis pies-. Gritas como niña.
Tyler me miraba con la quijada en el suelo y estaba temblando. Lo tomé de la mano y miré a Donovan por última vez y a sus amigos retrasados. No me importó, más bien, no me arrepiento. Hacer eso fue una de las mejores cosas que pude haber hecho en mi vida. Créanme.
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Different Mind
Teen FictionNacieron hace 17 años en el mismo día, mismo lugar pero con dos minutos de diferencia. Los Gemelos Welch son idénticos a excepción de que se les diferencia por una cosa: Josh es el rudo, el chico malo, el mujeriego, el temerario de la secundaria y p...