Different Mind

Entre vestidos y tacones

 

 Tyler

 Hoy había un desfile de modas para caridad aquí en el vecindario y recaudación de regalos para niños necesitados. Los familiares del hospital de niños con cáncer y la comunidad se ofrecieron en organizar aquel evento y yo estaba ahí. Era el encargado de toda la tarima y del maquillaje y peinado de las modelos. Aunque nos tomó tiempo, lo logramos. Una diseñadora local se ofreció para dar a conocer sus prendas en ese desfile. Conmigo trabajó un muchacho dos años mayor que yo, Marcus, que por cierto: era increíblemente apuesto. Alto, más que yo, castaño y ojos azules. Él me ayudó a armar la tarima junto con otros muchachos, pero yo me fijé en él. Si es verdad que yo era muy tímido como para acercármele, pero hemos intercambiado miradas. Me pone un poco nervioso cuando estoy a su lado y extrañamente hago las cosas con torpeza cuando él me ve, inclusive me sonrojo. Pero no estaba seguro si él daría el primer paso, ya saben, hablarme. Hemos hablado un par de veces pero por asuntos del evento, nada personal. Esperaba verlo hoy con ansias.

Luego de verificar que las luces y el sonido ya estuvieran instalados, las modelos, que eran hermanas o familiares de los niños con cáncer, llegaron. Las guie a una carpa totalmente tapada tras la tarima, donde habían tres peinadoras improvisadas. Yo, junto con otras dos chicas, comenzamos a arreglarlas. Debía admitirlo, jamás creí que estar tras bastidores con modelos sería agotador…y caluroso, si cargas una camisa tres cuartos negra y pantalones negros, claro. Tenía una faja en mi torso donde tenía pliegues y estaban mis spray fijadores, peines, tijeras y ligas. Parecía una especie de soldado…armado con peines y tijeras. Me veía extraño, pero era más cómodo y rápido y así no perdía mis cosas.

Sin darme cuenta ya comenzó a anochecer. El evento comenzaba a las seis y ya eran las cinco y media.

-          Tyler- me llamó una de las madres que organizaron el evento-. Anna no puede venir, se fracturó la pierna.

-          ¿Qué?- titubeé perplejo. Anna era la modelo principal. Dios, que terrible aprieto estaba metido-. ¿Y ahora que haremos?

-           Solo nos hace falta una modelo- me respondió-. ¿Conoces a alguien que quiera ofrecerse?

Mi mente en ese momento iba a estallar de tanto estrés, pero a mi mente vino alguien que sabía que si accedería: Genevieve Wiltmore.

Literalmente, corrí hacia su casa y no me detuve siguiera para tomar aire. Toqué la puerta innumerables veces hasta que alguien abrió. Era Sue.

-          Oye, oye ¿Qué sucede? ¿Qué tienes?

-          Hay un evento…desfile de modas…para…la caridad- dije dando grandes bocanadas de aire-. ¿Genevieve…está?

-          Eh, no. Ella está en el trabajo.

-          ¿Qué clase de persona trabaja el 20 de Diciembre?- le cuestioné.

-          Eh, ¿Su agencia?- ella se encogió de hombros, inocente-. Sabes que así es su agencia, Ty.

-          Entonces ven tú- se me ocurrió. Sue era perfecta para la pasarela, estaba seguro-. Tú serás mi modelo.

-          ¿Qué yo qué?- exclamó asombrada-. No, ni lo pienses…

-          Sue, por favor. Solo nos hace falta una modelo, solo una- le rogué-. Por favor…

-          Bien- aceptó luego de mi insistencia-. ¿Cuándo es eso?

-          Ahora- respondí y la jalé, sacándola de la casa y cerrando la puerta.