Un regalo no aceptado

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Narrador

 

Por las insistencias de Tyler, Sue subió con cuidado los escalones que conducían a la pasarela. De inmediato, los aplausos retumbaron en sus oídos y los reflectores la iluminaron. Se sentía tan nerviosa que sus manos sudaban y el corazón lo tenía en la boca, pero optó por dar un profundo respiro y caminar. Sue dio gracias a los cielos que los tacones rojos eran de plataforma y cómodos al andar, lo que le facilitó “caminar” como las modelos profesionales. Pronto adquirió mayor seguridad a cada paso que daba. El viento chocaba contra su rostro, venteando su cabello castaño-rojizo. Silbidos, halagos y aplausos era lo único que podía oír. La multitud la fotografiaba y para ella, era como estar en el espacio; como si fueran estrellas. Al llegar a la punta, esbozó una media sonrisa y se dio la vuelta, volviendo a los bastidores.

Josh permaneció inmóvil y con la quijada en el suelo mientras ella desfilaba. No podía salir de su trance…y asombro. Jamás creyó ver a Sue Wiltmore vestida de gala y maquillada, jamás creyó verla tan elegante.

-          Oh por Dios- exclamó su madre junto a él-. ¿No es hermosa, Josh?

Pero él ni siquiera podía responder. Sus ojos grises seguían su figura iluminada, detallando cada parte de su cuerpo, su rostro, sus ojos. Pero se quedó viendo sus ojos, esos luceros azules que lo hipnotizaban.

-          Si- contestó apenas audible-. Si lo es.

Sue apenas pudo mantener el equilibrio para bajar las escalaras, las otras chicas felicitándola por su buena presentación, pero entre ellas se abrió paso Tyler que le propinó un cálido abrazo.

-          Oh querida- exclamó entusiasta-. Te comiste el escenario ¡Wow! Mejor que el desfile de modas de Victoria Secret.

-          Oh por favor Tyler- contradijo la pelirroja en son de broma.

-          ¡Es enserio!- reiteró-. Mejor que Cara Delevingne.

-          No compares a esa diosa con esta mortal- respondió Sue.

-          Vamos, querida, cambio de vestuario.

Aunque las otras participantes de la edad de Sue eran lindas, Josh no las comparaba con ella. Quería verla de nuevo, quería maravillarse otra vez y su deseo fue concedido. Sue salió de nuevo, esta vez con un conjunto más casual. Una blusa péplum con rayas de cebra y una falda de cuero por encima de las rodillas. Esta vez, en vez de quedarse admirado, sonrió. Si, Josh Welch, enemigo de Sue Wiltmore sonreía con la presencia de esta. Hasta se había animado en aplaudirle, motivado por el ánimo del público.

Grace Wiltmore había llegado por fin a casa. Dejó el auto aparcado fuera del porche y antes de bajarse, miró por la ventanilla en evento que se estaba llevando a cabo. Atraída por la curiosidad, encendió de nuevo el auto y estacionó dos cuadras atrás, pues la calle estaba llena de autos. Cogió su bolso, cerró el auto y caminó. Supo entonces que se trataba de una pasarela y sonrió. Le gustaban los desfiles de modas ya que su primogénita es modelo. Aceptó portar el distintivo del cáncer en su pecho y se acercó poco a poco, encontrándose a Karen y Josh.

-          ¡Grace!- chilló Karen al tenerla a su lado y se abrazaron-. Amiga, ¿Cómo estás?

-          Karen, querida. Hola Josh. Acabo de regresar del trabajo- informó-. Qué lindo desfile.

-          Es para el hospital de niños con cáncer- le respondió Karen en el oído, pues los aplausos eran ensordecedores-. Tu hija esta de modelo.

Different MindDonde viven las historias. Descúbrelo ahora