Prólogo.

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"A veces las cosas no son como parecen y a veces las personas cambian. Hasta el infierno mismo puede llegar a ser el mejor cielo."

Estados Unidos, Alexia:
Te voy a dejar por un par de meses querido país que me cuidó durante tres largos años...

Cuando llegué sabía que debía ser fuerte, no solo porque estaba sola sino también porque era joven y tenia poco conocimiento sobre ese país pero de a poco todo mejoró, ahora tengo 21 años y un lindo aunque pequeño departamento que pude comprar gracias a un empleo en una cafetería

—¡Dios!-suspiro y miro triste la ropa.

Voy a dejar a una gran amiga, la voy a extrañar muchísimo a Amy, también un novio, aunque fue Derek quien me dejó ¡Estúpido! dijo que no íbamos a aguantar estando unos meses lejos, pero por favor ¡Son solo unos meses!

Pero, después de todo, lo prefiero así y hasta cuando vuelva seguro también, no nos estábamos llevando muy bien.

¿Que digo? Siempre fue un idiota, sentí que un gran peso se fue de mis hombros cuando escuché sus lindas palabras "Lo siento Alex, pero terminamos"

Olvido todo pensamiento y sigo con mi trabajo con una enorme sonrisa en mi rostro, entonces me agacho para seguir armando las maletas. 

Pero soy bastante floja, me canso y decido dormir, mañana me espera un largo día...

Rumania, Erick:
¡No puedo creer que para tener el trono me tenga que casar!

Mi padre me esta apurando y si no lo hago se tendrá que dar el trono a alguien mas.

¡Mierda! Eso son las reglas, soy el próximo rey maldita sea, me llegan a quitar el lugar y juro que asesino a quien se lo den, no me importa quien sea.

Pero luego de pensar unos minutos, una enorme sonrisa se plasma en mi rostro, una grandiosa idea cruzó por mi mente

¿Y si elijo una humana para casarme? ¡Así es! una asquerosa humana voy a elegir y cuando asuma al poder ¡Pum! la mato.

Solté una carcajada, es perfecto, querido padre... vas a verme casado.

—Por qué sonríes así Erick?- escuche la voz de Caleb que me saca de mis pensamientos, mi mejor amigo y jefe de mi tropa.

Lo miro sin expresión alguna imaginando que no estaría de acuerdo pero al fin me decido que debía saber y le cuento, como dije, se negó rotundamente

—Ya se lo que piensas Caleb, pero no me importa, ahora por favor vete, necesito pensar.- Solo me miró y se fue, yo me gire para sentarme a observar la ventana de mi despacho que da hacia el enorme bosque

Necesitaba pensar y armar algún plan.

Con frustracion golpeo la mesa que se encuentra allí

¿Como carajos iba a convencer a una humana?

—¡Maldita sea! Tengo que pensar en algo. 






Espero que comenten que les parece o que cambiarían, estoy abierta a cualquier consejo. Las fotos es como yo los imagino, pero es opcional como quieran que los imaginen ! Gracias y saludos, -Lola.B 

Mi Bella Dama.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora