Alexia:
—Si no quieres contarme está bien, tranquila preciosa- me dijo Erick, suspire y mire un punto fijo.Necesitaba contarselo, necesitaba que me aceptara con mi dolor y más... necesitaba desahogarme.
Intenté buscar las palabras pero símplemente no sabía como comenzar.
—A veces, el amor te ciega para mal y así estaba yo, cegada por amar tanto a Derek. Nos conocimos en la universidad, él se comportaba muy bien conmigo y me apoyaba en el dolor de extrañar a mi familia- me aclaré la garganta pero seguía con mi punto fijo, Erick escuchaba atentamente todo lo que decía, —Entonces le confesé mi amor, me había enamorado y él me prometió lo mismo, un amor para siempre pero resulta que no conoces bien a las personas, nuestra relación iba muy bien, habiamos cumplido el año y también había llegado su graduación, Derek se recibió y decidió hacer una gran fiesta, Todos sabiamos como iba a terminar, felicidad y mucho alcohol. Esa noche me había puesto furiosa con él, esa noche había estado con más de una chica y a mí no me importó si era su día importante, entonces lo terminamos, Derek se puso rojo se había transformado en alguien diferente solo por nuestra ruptura, él no lo aceptó y me llevó a su habitación a rastras, ese día me habia apretado tanto el brazo que el moreton me duró un mes.- me callé abruptamente y me relami los labios, estaba asustada por terminar el relato
—¿Entonces que paso Alex?- preguntó Erick
No contesté.
—Alexia...- mis lágrimas calleron y solloce sonoramente, Erick tomó mi menton e hizo que lo mirara a los ojos, —Dime.
—Él abusó de mí.- dije y rápidamente cerré los ojos, no queria mirar su expresión.
—Alex mirame- habló con suavidad, abrí los ojos y miré su rostro, estaba triste pero totalmente enojado, su mandíbula la mantenía apretada pareciendo que sus dientes en cualquier momento iban a romperse, —Voy a matar a ese bastardo.
Dicho eso me abrazó con fuerza, protegiendome de cualquier mal y de mis recuerdos, porque junto a Erick solo podía pensar en él.
La tarde pasaba lentamente y más junto a él, pudimos charlar, conocernos y más besos en el día.
Lo mejor, Erick prometió ayudarme en mi dolor y yo prometí ayudarlo a él, porque los dos sabíamos...
Que ambos estábamos rotos.
—Erick, ¿Dónde están los brujos?- pregunté de repente, miró frunciendo el ceño.
—Los brujos viven camuflados con los humanos están por todos lados, son una plaga- rodó los ojos
Reí por su expresión, yo ni siquiera sabía de su existencia.
—¿Y brujas?
El asintió en mi dirección y sus labios formaron una linea.
—Claro, pero son muy pocas, a lo largo del tiempo fueron asesinadas- habló con amargura.
Lo miré unos segundos y asenti sin mostrar expresión, luego miré hacia el paisaje. Nos encontrabamos sentados bajo un árbol y las cosas en la caja ya estaban ordenadas.
—Era mi mejor amiga- carraspeo.
Ohh.
Hice desaparecer todo rastro de celos y lo miré con compasión.
—Lo lamento, habrá sido una chica maravillosa- le sonreí con ternura, él inmediatamente me devolvió una igual.
[...]
Pequeños besos recorrían mi cuello y lentamente me despertaron de un sueño.
Me giré y vi a Erick, seguíamos recostados en el pasto aunque ahora mismo la noche había aparecido.
Mierda, me dormí. Me sonroje y me acerqué más a Erick aún estando acostado.
—Perdón que me haya dormido- hablé un poco adormilada
—No te preocupes- me contestó mientras hacía leves caricias en mi cabello.
Asenti y suspire, observando el cielo estrellado.
—¿Erick, no deberíamos irnos?
La verdad es que no me quería ir, la noche era cálida y muy hermosa. Podría quedarme toda la vida aquí.
—No- dijo levantándose.
Erick se acercó en silencio a la orrilla y comenzó a desvestirse, lo miré con los ojos como platos.
Comenzó a sacar su remera por arriba de su cabeza, sus musculos se tensaron al estar al aire libre por un segundo.
Me sonroje por la vista y porque luego fue a sus pantalones quedando sólo en boxer, mostrando sus piernas largas y atléticas, una corriente me recorrió el cuerpo terminando con un calor en mi abdomen bajo.
Erick me miró de reojo y sonrió de lado, luego saltó al río con un perfecto clavado a los segundos sumergió medio cuerpo, removió su cabello y me miró con gracia.
—¿No quieres venir?- preguntó riendo mientras flotaba.
—Claro- saqué mi chaqueta colocandola junto a mi al igual que mis botas.
Me acerqué a la orilla y clavé la vista en Erick, quedamos los dos en un silencio. Con la mirada en él, me desvesti con lentitud y con un ligero sonrojo en mi rostro, quedando solo en ropa interior.
Era la priemera vez que nos mirabamos así en poca ropa.
—Ven- dijo con una sonrisa tonta.
Me fui sumergiendo de a poco en el agua, estaba templada y eso hizo que me relajara.
Suspire ya sumergida en el agua.
—Está hermosa el agua- corté el silencio.
—Si- se me acercó sin dejar de mirarme, colocando sus manos en mi cintura y acercandome a él.
Rodee mis brazos sobre su cuello y acerqué mi rostro al suyo, mezclando nuestras respiraciones.
—Eres hermosa- me susurró en los labios.
Miré sus profundos ojos, mis mejillas se calentaron y mi cuerpo comenzó a tener más calor. Mi respiración se aceleró al sentir nuestros cuerpos tan juntos, como encajaban uno con el otro y como la excitación me nublaba mis sentidos.
Gemi al sentir sus labios humedos besando mi cuello y como sus manos ardían en mi cintura y muslos, instantamente arquee mi espalda pegando nuestros pechos mucho más.
—Eres mía- escuché su voz ronca y calida chocando en mi cuello.
Volví a gemir.
—Y tú eres mío.
No pude decir más nada porque los labios de Erick chocaron con los míos deseosos por más, formando un beso excitante.
Como dije, él nubla mis sentidos con un simple beso.
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Mi Bella Dama.©
Vampire¿Que pasa cuando un hombre se enamora? Se ablanda. ¿Que pasa cuando un hombre lobo se enamora? Es posesivo. Pero... ¿Que pasa si el demonio de Erick Tanner se enamora? Erick Tanner y Alexia Bennet, él la eligió y ella no sabía como escapar. " -¿Q...