Mi Bella Dama.©

¿Suegros?

Alexia:
Ví como Caleb observaba su reloj continuamente pero no le seguí prestando atención ya que estábamos todos tranquilos merendando en el salón. 

-¿Quien lo diría? Mi pequeña prima va a casarse antes que yo.- todos partimos de la risa ya que después de ese comentario Mérida se cruzo de brazos y lo miro indignada. Samuel la abrazo y le dio un pequeño beso en la frente.
-Sabes que te amo y que ya llegara el momento.- al decir eso le guiñó el ojo, mi querida cuñada bufo y luego le volvió a sonreír.

-Alex, ya debemos irnos.- me habló Caleb, yo lo miré sorprendida y frunci el ceño.
-¿Por qué?¿A donde vamos?- le conteste mientras me levantaba para seguirlo dejando a mi primo y su novia solos.
Mientras Caleb seguía mirando su reloj, se veía un poco preocupado.

-A cambiarte, vas a cenar con los padres de Erick, quieren conocerte.- al terminar de decir sus palabras me puse completamente nerviosa.
-Tranquila, yo ahora te ayudo.
Al llegar a mi habitación fui directo al baño para darme una ligera ducha. Suspire pesadamente al sentir el agua caliente en mi cuerpo. Cuando salí, Caleb ya me esperaba con un vestido y zapatos en mano; Este chico sabe mucho de moda.

El vestido es de color azul, es suelto sencillo y elegante. Deje mi cabello suelto acomodandome un poco las hondas y me maquillaje bastante natural; Sonreí frente al espejo al ver el trabajo bien echo.

Baje las escaleras sola ya que Caleb se había ido para dejarme arreglar yo sola, al llegar abajo me encontré con un Erick bien arreglado con camisa negra y jeans del mismo color. Se acercó a mi y me dio una media sonrisa que hizo que casi me derritiera con ese pequeño gesto. En cambio yo me ruborice y miraba al suelo, no tenia el valor se mirarlo, no todavía.

Tomó de mi brazo y dijo un autoritario "Vamos", me guió hasta afuera donde se encontraba un auto totalmente negro, ya lo veía venir.

Ya libamos 10 minutos de viaje y ninguno había hablado, miraba el paisaje hasta que me fije en su perfil, su mandíbula cuadrada, sus labios carnosos, nariz también cuadrada, pestañas largas y completamente pobladas que hacían resaltar sus ojos. Erick noto que lo contemplaba y se giro hacia mi, nos miramos un par de segundos hasta que él se volvió a girar.

-Me gusta como estas vestida.- su comentario me tomo totalmente desprevenida, me sorprendió. Me acomode bien en el asiento y clave la mirada al frente. Abri mi boca pero al instante la volví a cerrar.

-Mmh.. Gracias, tu también estas bien vestido.- conteste sin mirarlo, me volví a dedicar a mirar el camino y pensando que iba a decir el sr Tanner de que soy humana. Suspire intentando calmar los nervios. Por suerte a Elie ya la conozco y me tiene como amiga o hija. 

Luego de un tiempo llegamos a fuera de una mansión bellísima, Erick freno el auto y salio de el e hice lo mismo, rodee el auto y me puse a su lado para juntos comenzar a caminar hacia la entrada. 

-¿Aquí viven tus padres?- pregunte mirando hacia mi al rededor.
-Si, pero están mas en la casa que queda en la ciudad, por mi madre que debe atender la biblioteca, para esta ocasión quisieron atendernos en esta casa.- explicó.
Asentí mirando al frente ya llegando a la puerta donde nos esperaba una empleada.

-¿Sr Tanner y su prometida?- Erick asintió con su semblante serio y a mi me dio un escalofrío al escuchar la palabra "prometida".
-Acompaáñenme por favor.- habló otra vez la chica y la seguimos adentro de la casa.

Llegamos a un gran salón que parecía ser el comedor aunque al costado de una hermosa había un juego de sillones, allí sentados estaban mis "suegros". Elie como siempre nada mas que ahora mas arreglada que otros días y un hombre junto a ella, parecido a Erick pero mas grande y de ojos marrones.

-¡Erick! ¡Alex! ¿Como están?, Pasen, por favor, acérquense.- esa fue Elie que nos dio una sonrisa cálida y de paso un fuerte abrazo a cada uno. El hombre sentado nos miraba con el semblante serio.

-Papá, ella es Alexia Bennet, mi prometida. Alexia, el es mi padre, Raphael.- Erick nos presentó, su voz era neutra al igual que su mirada.

-Mucho gusto señor Tanner.- le tendí mi mano pero él no la tomó, en cambio, la miro con asco. Con miedo la retire de ahí. 

-¿¡Una humana!?¿¡Vas a casarte con una humana!?- uy que sutil.
Erick rugió y lo miro seriamente mientras apretaba la mandíbula.

-¿Algún problema?- le pregunto a su padre. Raphael tomo a su hijo del brazo y con velocidad vampirica desaparecieron del salón. Me estaba sintiendo agotada, ese hombre es un total imbécil, en estos momentos no podía estar mas frustrada. 

Elie me miro con tristeza para luego darme un pequeño abrazo, le correspondí y suspire.

-Tranquila pequeña, esto se va a solucionar.- hice una mueca en respuesta, no sabia que decir ya que yo al principio era la que no quería casarse. ¿Dije era?

Nos encaminamos hacia el comedor donde nos esperaba la cena. Me senté enfrente de Elie esperando a que Erick llegara para poder comer y largarnos de aquí, me alise el vestido con las manos y me acomode el cabello, me sentina nerviosa por lo que el padre de Erick podría decir o hacer, nunca en mi vida lo había visto y no se que podría suceder. Carraspee.

-Creo que Erick no hizo buena elección- bromee para cortar la tensión, ella me miro con angustia e hizo una mueca.

Luego de escuchar murmullos se vieron dos cuerpos, el mas cercano y con pasos más fuertes era Erick y atrás se veía a su padre con pasos firmes, con sus brazos enroscados a su espalda y su mirada en alto y seria; en cambio Erick apretaba su mandíbula, pareciera que en cualquier momento de sus orejas saliera humo.

Cada uno tomo sus respectivos lugares, me encontraba en una clase de shock y nerviosismo por lo que podía llegar a pasar a continuación.