Cursi.

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Alexia:
Así que es con éste con quien te acuestas- me habló con rudeza y enojo.

Lo miré perpleja y al igual que él, con gran enojo.

—¿Acostarme? Eres un completo imbécil Erick, ¿Crees que soy como tú que me acuesto con la primer cara bonita que se me acerca?-

Estaba furiosa, ¿Quién se cree?comencé a golpear con fuerza su pecho con mis manos en forma de puño, él las tomó y puso mis brazos al rededor de su cintura quedando completamente pegada a él.

—¡Sueltame maldito hijo de puta!

Grité con furia y con las lágrimas saliendo de mis ojos.

—¡No me llames así!- gritó él

—¡Me importa una mierda lo que digas!

Erick rugio con fuerza, su rostro habia cambiado, su rostro de demonio, sus hermosos zafiros azules se conviertieron en rojos como la sangre y sus colmillos crecieron con las puntas finas como cualquier alfiler.

Estaba completamente aterrada, mi corazón iba a mil por hora y mi cuerpo temblaba, me aleje de él como pude y miré al suelo

Relájate Alex, relájate.

Sentí la mirada de Erick fijamente y su respiración era agitada.

—¿En serio... no estuviste con Ethan?

Levanté la vista y la clavé en la suya.

—No Erick- hablé fría

—Lo siento...- susurró pero lo escuché perfectamente, me acerqué a él y lo miré fijamente, era tanto la cercanía que podía sentir su dulce perfume y ver su mirada perdida. 

Erick se acercó lentamente para cortar la distancia pero giré el rostro.

—Un simple "lo siento" no me sirve Erick, yo creí tus sentimientos, en tus palabras- y simplemente lo dejé ahí parado, me aleje con firmeza de él y fuí a encerrarme en mi habitación dando un portazo.

¡Una hora pasó! Una hora de la pelea con Erick terminó y ahora mi estómago rugia, desde el desayuno no comía ahora ya estaba oscuro, siento mi cuerpo sin fuerzas pero mi orgullo me impedía bajar.

Ahora solo cambiaba los canales de televisión sin ver realmente lo que habia porque estaba sumergida en mis pensamientos, hasta que el sonido de la puerta me sacó de mi mundo.

—¿Caleb?- pregunté

Pero no respondieron y volvieron a tocar, reí.

—Ya pasa Samuel.- silencio y otra vez la puerta sonó.

—¿Meri?- volví a preguntar con el ceño fruncido

Sentí un suspiro tras la puerta y rodee los ojos.

—Soy yo.

—¿Que quieres?- pregunté fría.

—Alex, déjame pasar, por favor- dudé un poco y miré para todos lados como si encontrara la respuesta

—Esta bien- respondí dudosa y en un segundo la anatomía de Erick entró a la habitación con una bandeja en manos.

—Pensé que tendrías hambre, entonces traje esto.- se acercó con duda y me colocó la bandeja sobre mis piernas.

No dudé ni un segundo y comencé a deborar la comida, gemi por el delicioso gusto en mi boca, Erick rió y lo miré de reojo.

—¿Qué?- pregunté con enojo

—Creo que te gustó mi comida- me sonrió con dulzura, hipócrita.

Lo mire son sorpresa y medio me atragante. —¿Tú cocinaste?

Él asintió y volvió a sonreir, no hice nada y seguí con mi comida.

—Alex...- Erick se aclaró la garganta y yo lo miré de reojo.
—Mereces mis disculpas...

—¿Y tú que crees?- rodee los ojos y le pregunté con indiferencia

—Espera, lo digo porque...- cerró los ojos, esto parecía costarle
-Creo que siento cosas por ti.

Dejé los cubiertos sobre la bandeja y mire un punto fijo.

—Esto me lo dijiste antes e hiciste lo que hiciste, así que no te creo una mierda, Erick.

Erick tomó mi rostro con una mano y me hizo mirarlo a los ojos, no queria caer pero mirandome así con algo de ternura, con los ojos que brillaban me derretia, mis ojos se nublaron y suspire.

—Estaba furioso Alexia, por primera vez sentí celos- miró hacia otro lado un segundo y luego volvió a clavar su mirada.
-Te quiero, te quiero para mi, me pareces la muejer más preciosa del mundo y nunca antes sentí tantas cosas, me importa un carajo ser cursi en éstos momentos.

Sin más se acercó a mí mirandome fijamente como si pidiera permiso, mis lagrimas rodaban pero asenti y cortó la distiancia, sus labios se movían lentamente y con dulzura, la electricidad recorria todo mi cuerpo, temblaba por las lagrimas y por todas las sensaciones que Erick podia hacerme sentir con un simple beso.

Sentí que el peso de mis piernas desapareció y lentamente Erick me tumbó en la cama donde estaba sentada, sus labios mantenían el ritmo lento y suave.

Juntos quedamos acostados y besandonos, olvidando y amandonos, una mano suya comenzó a acariciar mi cintura, espalda y cuello, su otro brazo lo usaba de almohada mientras él me abrazaba.

Nos separamos por falta de aire y nos quedamos viendonos a los ojos, Erick subió su mano a mi rostro y seco todo rastro de lágrimas, luego la bajo a mi espalda baja y me apego más a él.

—Si de verdad me quieres vas a tener que ganar mi confianza, ya me cansé del Erick borde.- le confesé con amargura

—Lo sé, te voy a ganar preciosa.- él besó mi frente y me sonrió.

Negué.

—No Erick, yo no soy un juguete, mi confianza es a la que tienes que ganar.- suspiré y él asintió

—Y ¿Erick?- lo llamé

—¿Sí?

—Déjame conocerte, a fondo,  quiero que seas el Erick del que me enamoré.

Sin más que decir, cerré los ojos y me entregué al sueño.

Desde el primer momento en que lo vi no me enamoré, no sentí el deseo de tocarlo, ni sentí ese "amor a primera vista"

Por supuesto que no.

Yo sentí miedo de ti Erick pero después de todo no te conocía bien, sé que tu maldad es una fachada, sé que esas alas negras solo son de disfraz y dentro tuyo existe amor, sé que no eres el demonio que eres el ángel, sé que hay un verdadero tú y sé que estás roto.

Y también sé que me amas, Erick Tanner.

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Holaaa, como va?
Les está gustando la novela?
Ya quiero llegar a un final 🙈

Bueno, quería pedriles opinión, estoy escribiendo una novela de hombres lobos

¿Creen que debería publicarla en algún momento? Jajaj o si les interesaría

No les robo más tiempo, no leemos 😘

Lola B.

Mi Bella Dama.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora