Amor y traición.

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Alexia:
Con Sam nos fuimos a la sala donde se encontraba parte de la familia Tanner, al verlos separados pero al mismo tiempo unidos mostraban una mezcla de misterio y rareza.

Ni me queria imaginar la familia entera.

Sonreí dentro mío por los pensamientos y rápidamente me sente junto a Erick. Todavía habían dudas que resolver. Todavía tenía preguntas que necesitaban su respueta.

—Necesito que me contestes más preguntas Sam- le dije firme y él asintió no muy animado

Tomé aire y me quedé pensando, la verdad no sabía que decir pero necesitaba saber todo.

—¿Porqué nunca me lo dijeron?- me referí a los vampiros y más seres sobrenaturales

—No lo sé, yo tampoco lo sabía- se encogió de hombros

—¿Si no hay problemas con los vampiros, que es lo que les molesta?- Sam se mordió el labio y miró a los ojos a Erick

—Como dije ellos son una familia conservador...- Sam se vio interrumpido por Mérida

—No Samuel- negó con frustración

Los miré intercaladamente como hace unos minutos y mi mirada calló en Erick, sus labios se abrieron y se cerraron, suspiró y clavó su vista en mí.

—Mi padre una vez conoció a su alma gemela- frunci el ceño

—¿Qué?- pregunté desconcertada

Erick respiró pesadamente y miró para todos lados, Sam miró el techo y Mérida se mordió el labio inferior.

Me crucé de brazos y mis cejas se alzaron esperando una respuesta

—Alex, yo no estoy con Mérida por casualidad- mi primo sonrió y pude ver como ella se sonrojaba —Las almas gemelas existen y solo los vampiros lo saben percibir

Me regaló una calida sonrisa esperando a que entendiera, mire de reojo a Erick y asenti.

Una amargura me envolvió ¿Erick tiene alma gemela? ¿Donde estará? O ¿Será la pelirroja?

—Su bisabuela fue el alma gemela de mi padre pero ella al ser cazadora lo rechazó- mi respiración se corto y asenti esperando a que prosigan

—Entonces en la furia de mi padre condenó a los Bennet- habló Mérida un poco incómoda

—¿Condenar?¿En que sentido?- pregunté asustada

—Guerra.- contestó Erick con frialdad

Mis ojos se abrieron como platos y miré a Samuel

—Obviamente nuestra familia sobrevivió y la condena la sufrió él- asenti

—¿Cual fue?- pregunté con temor

—La muerte pero mi padre sobrevivió gracias a el rencor- me contestó con enojo Erick, entonces volvi a asentir finalizando la conversación.

—¿Mérida quieres salir un rato?- ella me sonrió calidamente y juntas nos alejamos de los hombres, que quedaron sentados mirando hacia distintos lados.

El mediodía habia pasado pero me negué a almozar junto a los demás así que decidí esperar otra vez a Mérida fuera de la mansión.

Ahora nos encontrabamos relajadas observando las rosas.

—Meri, ¿Como perciben a su alma gemela?- la mire y fui directa

Ella mantuvo su mirada en las rosas y su rostro al escucharme formó una pequeña sonrisa

—Siente a tu corazón latir frenéticamente- su sonrisa se volvió más grande

—¿A caso no es normal?- carcajee

—Alexia nosotros estamos muertos, literalmente no tenemos corazón- me contestó como si fuera tonta y vaya que lo era

Me aclaré la garganta y volvimos a observar las rosas

—¿Porque son tan raras éstas rosas?- pregunté confundida, Mérida me miró y sonrió

—¿No te gustan?- preguntó

—No, al contrario, me fascinan pero son tan extrañas- hablé con una mueca

—Erick las quizo así- habló con dulzura

—¿Cómo?- pregunté confundida

—A él le encanta todo lo que sea extraño y son tantas porque prometió que iban a ser para su alma gemela- ella me miró con una sonrisa

Sentí un dolor en mi pecho y una tristeza me embriago, que Erick tuviera alma gemela y no fuera yo me destrozaba el corazón

Y además, me enamore de esas flores.

Asenti sin emitir palabra y seguimos hablando trivialidades, Mérida podia ser diferente a mí pero nos llevábamos bien, ella tiene un gran temperamento de líder casi igual que el de su hermano y es mucho más madura, le importa la belleza porque ¿Quién no si fueras como ella?, Y yo simplemente era todo lo contrario.

Samuel de verdad que se había ganado la lotería.

Rápidamente calló la noche y ya todos nos encontrábamos en la mesa, también Caleb que no lo llegué a ver en todo el día, últimamente entrena a los muchachos todo el día.

—Caleb, ¿como estás? Estos dias casi ni te veo- hice un puchero cómico y todos rieron, hasta Erick hizo una pequeña sonrisa

—Bien, lo siento Alex, son tiempos de guerra- respondió inseguro, Erick rápidamente lo fulmino con la mirada y los demás se tensaron

—¡¿Cómo?! ¿Guerras?- pregunté exaltada dejando la comida que iba a llevar a mi boca a medio camino.

Erick me tomó de la mano e hizo leves caricias, lo mire a los ojos que estaban tranquilos, llevaba una leve sonrisa y su semblante estaba tranquilo

—Los rumores de mi casamiento y mi ascenso como rey ya debe escucharse en todos los seres- habló deapacio, —No es bueno porque como tengo amigos, también enemigos

Al escuchar su respuesta cerré mis ojos unos segundos buscando paz y luego los abrí más calmada. Esto iba a suceder en algún momento y yo lo sabía.

—Está bien, creo que esto debe ser común- solté una pequeña risa nerviosa y todos me miraron sorprendidos

—Bien, se lo tomó mejor de lo
que esperaba- soltó Samuel y todos reímos.

Luego de eso la cena prosiguió en otra charla totalmente distinta, Erick estaba tranquilo, su mano estaba sobre la mía remodeandola encajando a la perfección.

Todos llevaban una sonrisa en el rostro, despreocupados, juntos y felices.

La mejor imagen que pude haber visto en toda mi vida.

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Holaaaa ¿Como va?

¿Que les parece la historia?

Tengo muchas ideas en la cabeza para la novela que me pierdo 😢😂

Bueno espero que le siga gustando, nos seguimos leyendo 👋👋

Lola B.

Mi Bella Dama.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora