Mi Bella Dama.©

Gestos.

Alexia:
Hoy desperté milagrosamente sola sin ningún ruido ni grito que me despertara para desayunar, gire mis ojos hacia arriba para observar el rostro de Erick.

Lo amaba y todavía no entiendo cómo. Alguien que al principio quería destruirme y ahora duerme junto a mí, miré su formado pecho y sus largos brazos, que parecían trabajados, que me envolvía mi pequeño cuerpo.

Sonreí al ver como sus pestañas aletearon y sus ojos se abrieron, su sonrisa también se elevó.

—¿Te gusta lo que ves?- eso sí, lo arrogante no se le va nunca más.

—Estoy pensando que te faltan músculos, así como los de Caleb- hable con burla, aunque Caleb tuviera mucho más musculos que él, Erick me parecia muchisimo más caliente.

Su cuerpo se tenso de inmediato y su agarre se hizo mas liviano.

—¿En serio piensas eso?- preguntó ofendido, lo miré confundida y sonreí

—¿De que hablas?

—De que necesito más musculos como los de Caleb- su boca quedó entre abierta en una mueca graciosa

—¿No leíste mi mente?- pregunté con el ceño fruncido, por lo general hacía éso. Erick negó.

—Me pediste que no lo hiciera- sonreí con ternura y le agradecí mentalmente, aunque no lo iba a leer

—Gracias y no, creo que eres más sexy- reí y me levanté para buscar ropa en el mueble.

Rápidamente sentí que me abrazó por la espalda, me giré para abrazarlo y apoyé mi pera en su tonificado pecho mientras clave mis ojos en los suyos

Erick iba solo en boxer pero no me importaba.

—Amo tus ojos- dije con ternura

Erick me sonrió de lado y deslizó sus manos hacia mis muslos, haciendo que mis piernas se elevaran y las enredara en su cintura.

Sus ojos mostraban deseo y amor, despacio hizo que mi espalda quede pegada al mueble de atras nuestro.
Luego me besó con ternura, su labios acariciaban seductoramente los míos causandome escalosfrios en todo mi cuerpo y también demostrando amor, tiró de mi labio inferior levemente y posó su frente en la mía haciendo que nuestras respiraciones se mezclaran.

—Algun día...- susurró, —¿Me contaras sobre aquello que tanto miedo te da?

Mi cuerpo se tenso y asenti, apoyé mi rostro en ala curva de su cuello y lo abracé por los hombros.

—Sólo teneme paciencia

Sentí su cuello moverse y luego me apretó más a él mostrandome su apoyo, me bajó con cuidado y me regaló una pequeña sonrisa.

—Duchate, quiero que me acompañes a un lugar- luego de decir eso desapareció de mi vista
Suspire risueña pensando a donde me querrá llevar

Despacio busqué la ropa que me iba a poner, mire todos los cajones, desde pantalones a vestidos. No sabía que debía ponerme porque ni siquiera sabía a donde me llevaría.

Con frustración tome un jean ajustado, una remera básica blanca con una chaqueta y botas cortas negras. Me marqué las ondas y me coloqué un poco de maquillaje.

Con una sonrisa bajé las escaleras buscando a Erick pero vi a Caleb desayunando.

—Hola guapa- me sonrió

—Hola guapo, ¿Viste a Erick?- pregunté extrañada y antes que me contestara fue interrumpido por unos pasos bajando las escaleras.

Venía con el semblante serio pero al verme se relajó, me miró de pies a cabeza y sonrió ampliamente.

Se acercó a mi y besó mi frente, mi corazón bombeo freneticamente y mis mejillas se colorearon. Símplemente, crei que Erick iba a rechazarme

Es decir, ¡Me demostró cariño frente a alguien! Eso fue un gran gesto para mí.

—Voy por algo y vengo, esperame- sonrió de lado y se fue a la puerta de la cocina.

—¿Que carajos le hiciste?- su voz interrumpió mis pensamientos. Me gire y lo observé, Caleb me miraba sorprendido con una sonrisa en el rostro

—Nada- me encogí de hombros y reí

—Hace mucho que no lo veía así- habló con felicidad y le di una débil sonrisa, me giré para que no viera lo mál que me hizo su comentario

Erick seguramente era así con su alma gemela o capaz era más tierno, mi pecho comenzó a doler pero elimine los pensamiento rápidamente.

No podía evitar los celos pero no debía ponerme mal ¡Era su alma gemela!

—¡Ya estoy!- un Erick con una gran caja en manos apareció por la puerta que habia desaparecido, —Vamos al auto Alex- me avisó

—Claro, ¿Necesitas ayuda?- pregunté pero rápidamente me golpee mentalmente recordando que era un vampiro y de su fuerza sobrenatural.

Rió levemente y me dijo que no, me despedí de Caleb y nos alejamos para ya irnos de aquí.

—Adios Caleb, más tarde volveremos, mantente al tanto de todo- fue lo último que dijo Erick y luego fuimos hacia su coche.

Erick iba unos pasos mas adelante por eso no pude ver que  había en esa caja, tenía curiosidad. Antes de que llegara él colocó la caja en el baúl del auto y la cerró con rapidez.

—¿Que hay en la caja?- pregunté mientras me colocaba el cinturón de seguridad.

—Sorpresa- dijo Erick con diversión en su voz.

No dije nada y simplemente observé el camino, luego miraba a Erick y en nuestra boda, ¿Como será una boda de vampiros? ¿Será tan normal como la de los humanos?

—Hoy te ves preciosa- me dice observandome de reojo.

Me removi en mi asiento por los nervios al escuchar su cumplido y le sonreí con ternura con mis mejillas seguramente rojas.

—Gracias- le contesté mientras lo observé.

Hoy lo veía muy ligero, en realidad Erick casi nunca.se vestía formal, simplemente parece comodo con sus camisas lisas y sus jeans sueltos.

Pero hoy iba bastante deportivo, sus jeans seguían ahi pero hoy iba con una remera deportiva y zapatillas clasicas.

Sonreí por su apariencia y luego me sentí mal por mi vestimenta, debo estar muy formal, frunci el ceño confundida.

Erick me observó de reojo y volvió a hablar.

—Tengo que ir a un lugar antes- dijo titubeante

—Esta bien, no tengo problemas, te acompaño- dije distraida observando el lugar.

—No, quiero que te quedes- dijo con autoridad a lo que rodee los ojos al escuchar su voz.