Cautiverio.

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Alexia:
Desperté con dolor en mi cuerpo y un gran cansancio, ya no sé bien cuantos días estoy aquí desde aquella cena acompañada de Erick.

¡Como lo extraño! Sus caricias y sus besos... me volví una adicta muy rápido y que ahora sufre como hija de puta.

Hace días que me encuentro encerrada en una habitación oscura y por lo que pude percibir, en un sótano.

No hay ventanas, se escuchan ruidos y pizadas, más una escalera.

Si definitivamente es un sótano.

Me han hecho muchas preguntas sobre mi familia y si no respondía tenía problemas, también preguntaban cosas de Erick o Caleb, también sobre su padre Raphael.

Pero como vieron, no sabía mucho y las consecuencias llegaron igual

Fui golpeada, dormida y hasta se alimentaron de mí, más veces de lo que podría imaginar.

La puerta se abrió y por las escaleras casi destruidas bajó el mismo hombre de siempre, el que me interroga y me destruye.

Solloce pegandome más hacia aquella cama percudida y vieja que apenas me da calor.

—Hoy solo vengo a vigilar- dijo con sus manos levantadas y con notable burla, se sentó en una silla de madera frente a mí y me observó.

El hombre es un vampiro convertido, se nota por su piel oscura al igual que su cabello.

Los puros, llevan un porte elegante y piel clara; el hombre frente a mí era duro, salvaje y para nada elegante.

—¿Que quieren conmigo?- pregunté con la voz ronca y débil

—No te lo puedo decir pero te lo diré- me miró con malicia,
—Quieren convertirte.

Mi corazón se detuvo al igual que mi respiración, yo no queria ser un demonio, no quiero tener que alimentarme de sangre humana ni ver como mueren mis seres queridos.

Aunque mis seres queridos y única familia, son todos vampiros.

Me giré dándole la espalda y cerré los ojos suspirando

—Que se pudran- susurre

—Mira niña, no lo pienses tanto pero puede llegar a ser tu salvación.- muy bien no entendí pero no le di importancia.

Las escaleras volvieron a crujir pero me hice la dormida, el miedo de que sea él.

Quien más me ha lastimado fue el imbécil de Mikael, no puedo pensar en alguien más perverso.

—Hola, Señor.

—¿Está dormida?- intenté no temblar para que no se diera cuenta.

¡Es un monstruo! Lágrimas silencionas cayeron recordando el sufrimiento que me hizo pasar.

¡Maldita sea, Erick! ¡¿Cuando vienes?!

No escucho a nadie hablar así que supuse que el convertido asintió.

—Pronto vendrá Esther, vas a tener que despertarla.

—Sí, señor.

No pude escuchar más ya que sueño me venció y entonces, me entregué a la oscuridad por algo de paz.

[...]

—¡Despierta!- un grito hizo que me levantara de golpe, me destape y me levanté junto a la cama.

La misma rutina.

Llega Mikael con aquel hombre que solo sabe llamarme niña, me alimentan y se alimentan.

Pero al ver bien, solo vi a el hombre y aquella mujer, la jefa.

—¿Que quiere?- pregunté seca aunque aún con miedo.

Ella vestía elegante, tenía sus manos entrelazadas por atrás de su cuerpo y daba pasos lentos pero firmes, al rededor del sótano.

—Quiero conocerte, chica Bennet- habla con seguridad

—¿Que quieres saber de mí? Porque pareces creer que lo sabes todo!- espeto con enojo

Ella me mira directo a los ojos y se gira, creí ver una sonrisa pero al volver a ver su cara era de piedra.

—Si creería eso no estaría aquí

Me quedé callada pero seguí manteniendo la mirada en alto y esperé que ella prosiguiera.

—Cuéntame sobre tu vida, cazadora- elevó su voz

—No soy cazadora! Apena sé sobre este mundo, viví varios años en estados unidos estudiando antropología- frunci el ceño esperando que me creyera

—Pero sabes de lo que hablo- se sentó en la silla, elevó una ceja y se cruzó de brazos.

Suspire y asenti.

—Erick me contó una historia sobre nuestras familias, nunca supe sobre este mundo y de mi linaje cazador, mi familia me mantenía al margen- relate con amargura, no me importó mostrarlo porque así sabría que me creería

—¿Y ahora?- preguntó confundida

—Ahora mi familia no me quiere ver ni en fotografía- dije con burla pero que al final, algunas lágrimas cayeron por mis mejillas.

—Yo tengo una historia- levanté mi rostro y lo clavé en el suyo, buscando algún signo de burla entonces asenti.

—Una vez conocí a mi alma gemela, nos enamoramos y nos amamos a escondidas, él un cazador y yo una joven vampiresa, nos unimos, el rechazo no existió en nosotros pero... sí una muerte.- su cuerpo tembló y suspiraba repetidas veces, —Mi esposo había muerto por culpa de un Bennet, habían dicho que era una deshonra que un cazador se enamore de su peor enemigo.

¿Porqué carajos mi familia se metió tanto tiempo con vampiros? ¿No podían ser simples humanos?

Temble confundida, no sabía que debia decir o que sentir, me senté con lentitud en la cama y la miré.

—Lo lamento pero ¿Me cuentas esto para darme a entender porque me odias?- grité con la furia creciendo

Ella negó y sonrió debilmente

—En parte sí pero mayormente, te comprendo- dice aclarando su voz

Frunci el ceño confundida

—¿Quieres saber el nombre de mi alma gemela?- volvió a pregunta y asenti con ligereza

Ella resoplo, miró hacia otro lado, limpió sus manos en su pollera entubada y volvió su mirada hacia mí.

Abrió sus labios y el nombre que dijo fue lo que más me sorprendió

Alexander Bennet.

Me levante de aquella cama y caminé por la habitación ordenando mis pensamientos, me tiré los pelos con nerviosismo y la miré, esperando más explicaciónes

—Es un antepasado tuyo, Alexia pero aún asi de lejanos me recuerdas a él- una lágrima recorrió su mejilla me acerqué a ella y la envolvi en mis brazos

No pregunten porqué la abracé, pero ella me entendía y yo necesitaba uno urgentemente.

—Lamento el mal que te hice pasar pero llegué a un trato- ella me abrazó pero ligeramente, nos separamos incómodas y volví a sentarme en la cama.

—¿Cuál?- pregunté asustada

—¡Intento remediar esto Alexia! pero hice lo mejor que pude, deberás convertirte para que puedas ser una Reina digna del trono.- eso era lo que más temía

—Quiero verlo- susurre con la voz entrecortada.

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¡Estoy más que contenta!

Muchas muchas muchas gracias por su apoyo! ❤

Espero que le guste el capítulo

No estamos leyendo!😊

Lola B.

Mi Bella Dama.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora