Adilene se despide y se va a su habitación a dormir, realmente le cuesta admitir que le gusta alguien, después de lo que me conto de este chico que no fue como su primer novio ni nada de eso, solo fue la primera vez que quiso estar con alguien de forma intima, claro yo primero le dije esta cosa de cursilería, que debería de hacerlo con alguien a quien ama y quien la valore por lo que es, pero ella es así, por lo que no le dije nada, solo apoyarla es lo que podría hacer y más después de que este chico la traicionara no solo a ella, sino a todo el club de mi padre.
Trate de saber cómo se sentía después de eso, pero ella es demasiado fuerte que no le dio importancia, solo paso, como ella dijo. A veces me gustaría ser como ella, soy fuerte no lo niego, pero Adilene es mucho más, tanto de carácter, de personalidad y de sentimientos, yo solo soy la chica que puede sobre llevar las cosas, si me caigo me levanto y sigo adelante, todo esto fue gracias a nuestros padres, claramente yo soy mucho más de la personalidad de nuestra madre, ella lucho por lo que quería y llevo muy bien todo después de que su propia familia la despreciara por su enamoramiento con mi padre, pero no pensaron o creyeron que ese amor era verdadero, pero eso no hiso que la perdonaran. Adilene es más como el, un líder, tiene su carácter de ser fuerte para todos los demás a su alrededor. Todo esto ella lo aprendió por convivir más en el club, en nuestra niñez las dos nos pasábamos el mayor tiempo en ese lugar, después de la escuela, incluso en sus famosas fiestas donde nos íbamos antes de que comenzara lo que las niñas menores de 18 años no debían de ver ni saber.
Pero a partir de que comenzamos la adolescencia teníamos nuestras propias amistades, las de Adilene fueron la mayoría los chicos que querían pertenecer a un club o que la admiraban porque ella lo estaba, esos mismos trataron también de juntarse conmigo, como buena persona lo trate, pero yo logre otro tipo de amistades, dada mi personalidad más pacifica me las gane. En un momento u otro todos nos juntábamos pero las cosas se volvían locas y yo y mis amigos decidíamos ir a otro lado más tranquilo, por mi parte yo me divertía de los dos lados, pero soy así.
Así que a partir de eso decidí ya no estar mucho más tiempo en el club, prefería otro tipo de salidas, claro soy fiel y leal a ellos y más que nada a mi padre, es como de parte de mi sistema ser de ahí así que no tengo por qué negarlo u ocultarlo.
Todo ese cambio trajo más cambios, Adilene por ser más adentrada al club prefirió salir de la escuela y estudiar en línea ya que ella es lista y no quería dejar ese importante pasó de su vida. Yo en cambio decidí seguir yendo realmente quería toda la experiencia a ser una futura enfermera, de ahí conocí a mi novio, lo escogí totalmente porque supo tratar con mi padre y sus chicos, mi padre lo acepto dijo que es totalmente un chico para mí.
Mi vida como una hija de un club de moteros estaba bien, claro había guerras y problemas de mas pero nunca me adentre en ellos y no quería saber de ello, solo cuando había algún herido, era como que mi trabajo junto con mi madre salvarlos y ayudarlos de ahí todo a lo que me permitía yo misma entrar a la vida de estos moteros.
Claro nunca trate de pensar en que era un problema vivir ahí hasta que Adilene y yo fuimos parte de esos problemas. Fue de las pocas fiestas a las que me gusta ir, más que nada porque es solo para la familia motera y la familia de ellos, nada de chicas tratando de llevarse a alguien a la cama, no era todo tranquilo en el pequeño bosque junto al rio, todo como siempre fue era seguro, porque, quien quería llegar a dar problemas viendo a todos los hombres del club juntos y armados, por lo que Adilene, yo y los demás chicos con quienes crecimos ahí, nos separamos del grupo un poco, claro somos los más jóvenes tratamos de divertirnos un poco aparte de los mayores. Pero en un momento donde Adilene y yo fuimos a donde todo mundo estacionaba sus vehículos y de más y trataba de hacerme montar su motocicleta (Cosa que nuca he hecho) por lo que estábamos más alejadas de todos, solo escuchamos el derrapamiento de llantas y sonidos de puertas abriéndose que apenas si volteamos a ver que pasaba ya estaban encima de nosotras, el forcejeo entre las dos logramos gritar y atraer la atención de todos, pero nuestros captores estaban demasiado adelantados ya metiéndonos en sus camionetas.
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LIFE NOW
RandomLa historia de chicos malos te gusta? Las motos son tu debilidad? Una historia mas sobre una comunidad motera, con romance, acción y de mas...