Parte 23 (Adilene)

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-¿Qué crees que piense tu padre cuando le tenga que decir que su hija es quien usaría mi chaleco de propiedad?

Solo volteé a ver a Race con una mirada en blanco, me encontraba sentada en la ventana que daba un aspecto como un balcón, él se encontraba aun en mi cama solo cubierto con la colcha, yo solo me puse su gran playera, los dos nos encontrábamos dibujando unas nuevas ideas para mi espalda aun en blanco, ya que la mayor parte de la semana apenas si salimos de mi habitación, bueno el solo unos días para terminar sus citas pero aun así, el creía que aún no quería tener la incomodidad de tenerme de espaldas, cuando nos dejáramos llevar, lo cual era en la mayor parte de todo el día, además de que tan pronto como llegue mi padre hoy, ya no podremos seguir solo aquí lejos de todos los demás.

-No creo que sea una buena idea de bienvenida apenas llegue...

-Tal vez, pero malditamente quiero que sepan que eres mía, eres algo así como mi puta primera relación, así que cuanto antes mejor. Al menos que tu no....

Suspiro. –Realmente me gustaría, solo que creo que sería mejor esperar bien cómo vamos con todo esto, es muy rápido para traer tu chaleco...

-Ya. Tienes un buen punto ahí, además de que me cago de miedo saber que dirá tu padre cuando sepa que estamos juntos, tal vez me mande a la mierda de su casa al saber que aquí fue como empezamos a salir, sin entrar en detalles.

-Exacto. Además, quiero que terminemos mi espalda, así por si acaso se pone todo furioso y algo salga mal...

-¿Quieres decir que puede llegar a separarnos o que nos prohíba salir? Jodidamente no estás pensando en eso ¿O sí? –Hace una mueca.

-Puede ser algo posible. Solo no quiero decirle hoy, al menos sí, hasta que terminemos nuestro trabajo.

Ya no me responde y baja la mirada. Suspiro largo y voy hacia la cama con él. Le quito el cuaderno de dibujo de su regazo y me siento a horcajadas sobre él y le tomo su rostro entre mis manos para que me vea.

-Te quiero, ¿Ok?. No es que yo no quiera también gritarle al mundo que estamos juntos y la mierda. Simplemente conociendo a papá, y mientras te esté dando parte de su techo, y demás cosas se pondrá como jodidamente loco, lo que menos quiero es que lo primero que quiera hacer es impedir que sigas aquí, o en el club.

No dice nada solo se me queda mirando. Lo beso un poco y siento que comienza a relajarse.

-Está bien. Esto es tan jodido pero bueno creo que aguantare la mierda en lo que lleguemos a decirle. Pero malditamente no podre esperar tanto, o comenzare a buscar una casa para irme de aquí así no tengamos problemas con el sobre eso de que me quede aquí donde tú, eso ya lo decidí desde que comenzamos a estar juntos, ya no podre vivir para siempre en el club en un solo cuarto.

-Eso como que me agrada. –Sonrío fuertemente.

-Igual a mí. –Me besa. –Nada como comenzar a juntar mi mierda y hacer todo lo correcto para ti, o lo que es.

-Parte de esa mierda es nuestra vida, pero lo agradezco.... Sonare toda jodida melancólicamente cursi, pero, gracias a eso, te conocí, nos conocimos.

-Cierto, más de acuerdo no podría estar, malditamente correcto.

Terminamos besándonos.

Tan nuevo como es para mí esto, no puedo evitar que se juntes las lágrimas detrás de mis ojos, pero no las dejo salir, me he vuelto más sensible en estos últimos días o no tengo idea, pero como que trae algo mas cálido dentro de mí y me agrada. Un poco.


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