Parte 22 (Race)

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Normalmente por las mañanas después de haber estado con una mujer ya sea de las putas del club o cualquiera que me haya llevado de una fiesta, siempre tengo que aventarlas de mi cama apenas si solo termino yo. Esta vez, a pesar de que no tuve una gota de alcohol la noche anterior, me siento desorientado, solo logro captar que me encuentro enredado por algo, o por alguien y ese alguien tiene un gran largo cabello negro que cubre parte de mi cara y el pecho, me quito el cabello de la cara y solo así todo viene de nuevo a mí. Adilene, tatuaje, besos, lagrimas, un baño y después la cama.

Estuve con Adilene, siento la ironía en mi mente, pero después recuerdo todo lo que nos dijimos antes de llegar hasta aquí, sincerarnos de esa forma, solo para sentirnos a gusto con los dos, con lo que en realidad sentimos, creo que si realmente queríamos estar juntos y no solo de esta forma hubiéramos esperado más tiempo, pero no, diablos, la tensión estaba ahí tarde o temprano tendríamos que cortarla, ahora solo falta ver si realmente estaremos bien juntos en una relación ya todo va a cambiar o ya cambio en ese momento en el baño. Suelto una risa silenciosa para no despertarla, jodido momento tuvimos, yo no me arrepiento y solo espero que ella menos, la conozco muy bien en tan pocos días y sé que en su carácter ella sería la primera en hacer que no pasó nada, demonios apenas si no puedo creer que ella siga aquí, conmigo en la cama, es su habitación, sí, pero aun así ella tal vez me hubiera echado de ella.

Sigo con mis pensamientos, recordando todo y comenzando a pensar cómo será de ahora en adelante, que apenas si me doy cuenta que ella comienza despertar. Dejo de pasara mis dedos por su espalda en lo que  ella comienza a removerse.

Claramente sé que se siente igual como yo apenas si abrí los ojos, se levanta de golpe y voltea hacia a mí. Olvida por completo cubrirse con la colcha con la que nos encontramos cubiertos la mitad de nuestros cuerpos, no es que me queje por la vista, ahora me encuentro totalmente más despierto, si mis recuerdos de esta noche lograron algo, verla así a la luz del sol por la ventana ha logrado por completo el querer tenerla de nuevo.

-No fue un sueño... -Murmura.

-No lo creo.

Comienza a arreglarse el cabello y pasa sus manos por su rostro.

-Entonces, Ahora estamos juntos –Sonó más como una pregunta.

- ¿Te estas arrepintiendo ahora? –Me siento recargándome en la cabecera.

-No es eso, solo que es raro para mí, no sé cómo actuar en una relación, demonios, ni siquiera he estado en una relación antes, no con los sentimientos en el medio.

Se sienta igual que yo a mi lado y se cubre, creo que vio mi mirada de decepción por eso ya que me da una sonrisa burlona.

-No mentiste con lo de tener perforaciones en los lugares más íntimos en ti. –Le devuelvo la sonrisa.

-Bueno, creo que tú nunca me contaste que eras uno de esos valientes en perforarse en su lugar más sagrado. –Su mirada baja asía mi regazo.

-Esta noche fue de compartir y conocernos mejor, creo que estaba esperando esa oportunidad para contarte todo. –Le guiño un ojo. –Oh sentirlo.

Se ruboriza un poco y creo que no me cansaría de verla así.

-Dios, has matado la seriedad que quería en esta conversación.

Le doy un beso rápido a sus labios fruncidos. –No hay nada jodidamente malo en aligerar un poco, se cómo te sientes, yo me siento igual, creo que por lo visto como los dos somos nuevos en estos temas de sentimentalismos y relaciones con compromiso y la mierda, los dos aprenderemos juntos. Ósea mírame todo un jodido sensiblero queriendo que esto funcione, tú me dijiste igual que lo querías, pero confírmame ahora una última vez, estas segura de querer llevarlo a esos términos, sabiendo que implicaría que todo mundo, no solo todo el club lo sepa.

No me responde de inmediato se sube a horcajadas en mí, de nuevo me deja apreciar lo hermosa que es. Lo que menos me imagine que aria, por la seriedad de esta platica, pero jodanme si no decido dejar la plática para después.

-¿Necesitas una mejor respuesta? –Comienza a besarme el pecho, el cuello y al final a mis labios.

Estamos así por un rato hasta que ella comienza a colocarme dentro de ella. Me separo de sus labios un momento.

-Mierda, aunque aprecie tu respuesta, aun quiero que digas la palab.... –No me deja terminar, vuelve a poner sus labios sobre mí y comienza a moverse.

Malditamente perdido en el momento, ella comienza a morder mi oreja.

-Jodidamente mi respuesta es... sí.

Y con eso le doy la vuelta y ahora me encuentro encima de ella. 

Eso era todo lo que necesitaba escuchar.





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