Capítulo 2.

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6:45 AM.

Me desperté empapado en sudor con un dolor de cabeza que no era si quiera normal. Miré la hora y tiré el móvil a un lado de la cama, rodando un poco por ella. Intenté dormirme de nuevo unos diez minutos hasta que decidí levantarme, total, en nada tendría que hacerlo así o así. Era viernes, lo cual me alegraba y a la vez no. Genial, dos días libres para pasármelos tirado en el sofá, durmiendo, o viendo películas, pero, dos días sin ver a Jeremy. Sí, es raro, le acababa de conocer y me daba tristeza no verle en un par de días, pero, ¿no os ha pasado cuando conocéis a alguien y no dejáis de pensar en ese alguien? por alguna extraña razón de la naturaleza, no te quitas a esa persona de la cabeza, pues eso mismo me pasaba a mi con Jeremy, estaba en mi cabeza desde el momento en el que intercambiamos miradas. Pasaron unos cinco minutos desde que me había levantado de la cama y como siempre, me quedaba hablando conmigo mismo. ''En serio Dy, eres genial. NO.''

Bajé a la cocina frotándome los ojos, veía bastante borroso por lo que decidí bajar pegado a la barandilla, no me apetecía pasarme el día en el hospital por culpa de una puta rotura de brazo, desde luego que no. Para mi sorpresa, mi madre no estaba levantada, normalmente era ella quien me despertaba a gritos a estas horas, así que decidí darle un poco de su propia medicina. Volví a subir corriendo las escaleras y entre despacio a su habitación, una vez allí, me acerqué a su cama.

-¡Despieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeertaaaaaaaa! ¡VAMOS! ¡¡¡SON LAS 7!!! -Grité a todo grito, cuando mi madre se despertó aturdida, matándome cruelmente con la mirada.

-Te voy a matar. Hoy es mi día libre, es viernes ¿recuerdas? -Me miró con una mueca de enfado y después sonrió malignamente y se rió, supongo que de la cara de miedo que tendría que tener.

-Hmm..Mamá, perdona, en serio, lo siento. -Llevé mi cabeza a mis manos y me encogí de hombros.

-Tú como siempre disculpándote mil veces, tranquilo, un error lo tiene cualquiera. -Me sonrió, esta vez amablemente y se levantó despacio.- Aún así tengo que preparar el desayuno para vosotros.

-La miré y negué con la cabeza- No. Es tu día libre, te lo tomarás libre de todo, trabajo..hijos..todo. -Le guiñé el ojo y salí de la habitación, escuchando como murmuraba algo que no logré entender.

Me dirigí a la habitación que mis hermanos compartían, y peté con fuerza en la puerta.

-Petardooooooos, ya es hora, os quiero en pie en veinte segundos. -Me apoyé en la puerta y esperé. Nada, ni un solo ruido.- Venga, joder, que hoy vais solos al colegio. -Volví a petar en la habitación y entré en la habitación, observando como ambos dormían tan plácidamente sin enterarse de nada, lo cual me dio una gran idea.- Hm..

Salí de la habitación haciendo el menor ruido posible, bajé al jardín y cogí un caldero, lo lleve de agua y volví a la habitación. Entré lo más sigilosamente posible y eché un poco de agua del caldero sobre Ethan, echando sobre Ryan lo restante. Se despertaron a la fuerza cabreados y me miraron con cara de perros asesinos. Eché a correr hacia la planta de abajo, casi tropezándome en las escaleras, tirándome al sofá en esperando a que vinieran a por mi.

-Gilipollas, te pienso matar lo más cruelmente posible. -Gritó Ethan bajando las escaleras.

-Estúpido imbécil, acabaré contigo. -Oí gruñir a Ryan en el principio de las escaleras

-Ya, ya.. -me levanté del sofá desafiante- ¿Véis lo que pasa al no hacerme caso? he dicho 5162886787 veces que os levantárais y nada. -Mentí.- Vamos, vestiros rápido que llegamos tarde, joder. Corred, que os llevo yo en coche. -Le dí un pequeño empujón a Ethan para que subiera las escaleras, subiéndolas detrás de él.

''They don't know about us''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora