Miré hacia Leslie y me acerqué despacio hasta la cama de mi novio. Me incliné brevemente sobre él dándole un par de pequeños picos en los labios, mirando aún extrañado a la chica. Estaba completamente arreglada. Llevaba una coleta algo alta que recogía su bonito pelo castaño rojizo, bastante bien maquillada y algo más arreglada de lo normal, no llevaba el uniforme de enfermera, iba vestida normal ; con un vestido corto y unos tacones. Entonces, Jeremy decidió romper el silencio tan..extraño que se había formado.
-Hoy me darán el alta.- Informó Jeremy contento.
-¿Y ha venido esta a dartela?.- Le miré alzando ambas cejas, señalando a la chica.
-No, hoy es mi día libre.- Respondió la chica mirándome descaradamente.
-Me da igual cariño, es un hospital, no un puticlub.- Le guiñé el ojo y me di la vuelta, caminando hasta la puerta.- Mira Jeremy, cuando se vaya, me avisas, yo estaré fuera esperando.- Rodé los ojos y di un paso fuera de la habitación, cuando Jeremy me llamó.
-Dylan.- Gritó, haciéndome voltearme.
-Dejadlo, ya me voy yo, un placer haberte conocido Jeremy.- Leslie se acercó a él y le dio dos besos, sonriéndole después mientras le entregaba un pequeño papel.- Este es mi número, si algún día necesitas cualquier cosa, ya sabes.
-Gracias, lo mismo digo, guapa.- Respondió Jeremy sentándose bien en la cama, observando como la chica salía por la puerta. Me aparté sin ningún disimulo y rodé los ojos, cerrando la puerta a su paso. Solté un bufido y me acerqué a la cama de Jeremy con una sonrisa triunfal.- ¿Por qué eres así? ¿Qué te ha hecho?.- Preguntó Jeremy levemente enfadado.
-¿Por qué no dejaba de tirarte los tejos?.- Me crucé de brazos apoyando mi cintura en el final de la cama de Jeremy, mirando hacia él.
-No hacía eso, Dylan..- Rodó los ojos soltando un pequeño suspiro.
-¿Que no?.- Me reí irónicamente, mirándole después completamente serio.
-No, solo intentaba ser amable, seguro que es así con todos los pacientes.- Respondió aún más serio que yo. El mayor problema que teníamos era que si uno se ponía cabezota, el otro el doble. Si uno picaba, el otro picaba el doble, siempre eramos así y lo bonito eran las reconciliaciones.
-Claro, a los otros pacientes les ha ido ver así de guapa su día libre, ¿verdad?.- Sacudí la cabeza con resignación y di un pequeño paseo hasta la ventana.
-Escucha..- Añadió el castaño.
-No la defiendas más, tío. Es una calienta braguetas y vía, te estaba tonteando, intentando apartarte de mi, no lo niegues, por que si no..¿por qué de repente fue tan hija de puta con el horario de visitas? por que trevor y yo nos pasabamos aquí todo el día y ella no podía tontearte tranquila, ¿verdad?.- Respondí notando como la rabia iba fluyendo por mi cuerpo. Jeremy me miró sorprendido y agachó algo indignado la cabeza, levantándola después algo enfadado.
-No eres el centro del mundo para que todo el mundo se quiera reir de tí, separarme de ti y esto y aquello, aterriza ya.- Respondió Jeremy, causando el mismo efecto en mi que hacer puenting sin cuerda. Me quedé observando a Jeremy un par de segundos boquiabierto. Tenía toda la razón del mundo, pero que fuera tan directo dolía. Dolía demasiado.
-Vale, te veo después.- Caminé hasta la puerta y al abrirla le miré con un pequeño par de lágrimas en los ojos que le hizo preocuparse.
-¡Dylan!.- Exclamó mientras salía por la puerta. No le hice caso y cerré la puerta a mi paso, caminando hacia la puerta del ascensor. Una vez dentro me miré al espejo que había en este y me limpié un poco las lágrimas, sonriendo irónicamente al ver mi reflejo en él. ''Imbécil.'' Exclamé mirándome en el espejo.

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''They don't know about us''
Teen Fiction''Era un camino de rosas, pero no todas estaban libres de espinas.''