Capítulo 74.

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Nada más colgué el teléfono con Jesse, miré al frente para asegurarme de que nada ni mucho menos nadie, se interponía en mi camino. Estaba sentado sobre la cama, así que lo que tenía de frente era la pared. Agarré el móvil con fuerza y lo tiré contra esta, haciendolo romperse en unos cuantos pedazos, seguido de un enorme grito de furia interna luchando por salir. Me levanté de la cama y agarré al gato ya que andaba perdido por el baño de mi habitación y al escuchar el sonido del móvil contra la pared salió algo aturdido. Como ya estaba vestido, no tenía más tiempo que perder. Bajé al piso de abajo y me encontré a mi madre con mis hermanos en el salón. Ella cosiendo y ellos jugando a la consola.

-¿Dylan? ¿Qué se te cayó?.- Preguntó dejando de coser por un momento para así, mirarme.

-Nada. ¿Te importaría quedarte con Pierre? Tengo que ir a.. a un sitio.- Asentí sonriendo fingídamente.

-Claro, claro..pero, ¿estás bien?.- Preguntó dejando a un lado el pantalón que cosía, levantándose hacia mi.

-Sí, ¿por?.- La miré normal, entregándole el gato.

-Estás serio. ¿Ha pasado algo..?.- Insistió mirándome con curiosidad.

-Que no, tranquila.- Respondí acercándome a la entrada.- Me llevo tu coche, ¿vale? El mío lo tendrá Trevor hasta mañana.- La miré sonriendo débilmente y asintió con la cabeza. Cogí las llaves de su coche en la cestita de la entrada y salí de casa, caminando con prisa hacia el coche. Le dí al botón para que se abriera y abrí la puerta, metiéndome en el de golpe, metí la llave y encendí el motor, arrancando pocos segundos después. 

Diez minutos, o muchísimos menos por que conduje lo más rápido que el coche de mi madre me permitía, llegué a la casa de Trevor y Luke. Toqué el timbre y nadie contestó, quizás estaban durmiendo, era domingo y por lo que les conocía, les encantaba dormir todo el domingo. Me senté en el suelo del portal, encogiendo un poco mis piernas, apoyando mis codos sobre mis rodillas y mi cabeza sobre mis manos, soltando un fuerte suspiro.

-Jeremy..- Murmuré mientras un par de pequeñas lágrimas recorrieron mi cara hasta mi barbilla, precipitándose después sobre mi ropa. Las palabras de Jesse volvieron a mi mente y un enorme de furia recorrió mi cuerpo. Solté un gruñido apretando los puños fuerte contra mi cabeza y me levanté, volviendo a timbrar en el piso de mis amigos. Un par de minutos después, una señora abrió la puerta del portal y me miró algo extrañada.

-¿Necesita algo?.- Preguntó dejando la puerta abierta, apoyándose sobre ella.

-Quería visitar a los del tercero A..- Murmuré limpiándome los breves rastros de las lágrimas en su paso por mi cara.- ¿Sabe si están?

-Sí, ayer llegaron bastante tarde..- Respondió la señora.- Uno incluso me vomito en el felpudo, yo soy su vecina de enfrente.- Añadió riéndose.- Estos jóvenes de hoy en día.. Pasa, pasa.

-Gracias.- Entré al portal y corrí hasta las escaleras, subiéndolas con rapidez, la señora salió del portal hacia fuera cerrando la puerta a su paso. Al llegar al primer descansillo rebajé un poco el ritmo de subida y las subí con normalidad, pensando en si me iba o insitía en la puerta de arriba, pero me decanté por lo segundo. Necesitaba a Trevor, necesitaba desahogarme con alguien y el era la única persona en ese momento que me entendería. A penas había estado con él el fin de semana, tan solo el viernes de camino a mi casa y sábado un pequeño rato en una cafetería con él y Luke, nada más. Y para eso, me fui temprano por que no tenía batería y quería estar operativo por si me llamaba. Mientras Jeremy estaba en Gales follándose a Jesse yo estaba en mi habitación jugando con su gato, pensando en como estaría, qué hacía, cómo se lo estaría pasando. Seguro que él ni se había acordado de mí, por que estoy seguro de que si lo hubiera hecho, se hubiera cortado un poco con Jesse. Recordando todo eso un poco apreté con fuerza mis puños a la vez que mordía mi labio inferior con rabia. Llegué al rellano del tercero y miré la parte superior de las puertas para identificar cual era cual. Me acerqué a la puerta letra A y toqué el timbre seguido un par de segundos, esperando que alguien me abriera o escuchar algo al otro lado. Por desgracia no escuché nada y le di una patada a la puerta para después volver a tocar el timbre con insistencia. Todo seguía igual o eso parecía. Un par de minutos después, la puerta se abrió. Miré hacia ella y me encontré a Luke en boxers, rascándose la nuca con un ojo cerrado y el otro entrecerrado, observándome.

''They don't know about us''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora