Capítulo 48.

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Tan pronto como oímos la puerta abrirse, en un pequeño acto reflejo, nos separamos mirando hacia ella. A los pocos segundos entró Melissa con todos los demás.

-¡Dylan!.- Exclamó nada más verme, corriendo hacia a mi para abrazarme y besuquearme.

-Melissa..- Respondí al abrazo siguiéndoselo, sonriendo con la cabeza apoyada en su hombro.

-¿Qué te ha pasado? ¿Por qué desapareciste una semana? ¿Estás bien? ¿A donde fuiste?.- Me miró completamente intrigada, separándose poco a poco de mi bajo disimulada mirada de todos los demás.

-Tranquila, tranquila.- Exclamé riendo.- He estado en casa, nada más.. No tenía muchas ganas de salir, ya sabes.- Me encogí de hombros levemente y Cameron se acercó a mi rodeando mi cintura con uno de sus brazos abrazándome suavemente, soltándome después.

-Oh.. ¿Por eso..?.- Me miró algo seria mientras los demás cuchicheaban entre sí.

-Sí..- Agaché suavemente la mirada a la vez que solté un pequeño suspiro.

-Bueno, bailando se olvidan las penas..- Melissa se rió levemente y se dio la vuelta hacia el reproductor de música y le dio al play.

-Nos han dejado con el calentón..- Susurró Cameron cerca de mi oído, dándole un leve mordisco. Tan pronto lo hizo me di la vuelta quedándome frente a él, sonriendo pícaramente.

-Luego continuamos..- Le guiñé el ojo y avancé unos pasos hasta el cento de la sala, colocándome al lado de mi amiga.

Comenzamos a seguir los pasos que nos iba mostrando Melissa al ritmo de la música. Era algo fascinante, realmente me olvidé de todo por un momento, salvo cuando Cameron se acercaba a mi en los pequeños descansos y me daba un par de besos por el cuello o en la mejilla.

8:00 PM

La alarma del móvil de Melissa indicó que la clase debía de finalizar. Melissa paró la música y poco a poco todos fuimos cogiendo nuestras cosas y recuperando bien la respiración para finalmente irnos a casa. Cameron y yo al tener las cosas juntas decidimos sentarnos juntos a esperar a que todos se fueran y salir como siempre, los últimos. Estuvimos comentando sobre el baile y cuando Melissa salió por la puerta, dejándonos encargados de cerrar la sala, se acercó a mi y me besó con ganas, tumbándome sobre el suelo con él encima. Le seguí el beso cerrando los ojos al igual que él. Recorrí sus costados con una de mis manos hasta llegar al fin de su camiseta; metiendo mis manos por debajo de ella mientras jugueteaba salvajemente con su lengua. Poco a poco cortó el beso haciendo sonar un chasquido, quedándose a pocos milímetros de mis labios ; abrí los ojos lentamente mirándole a los suyos, sonriendo.

-¿Te apetece venir a mi casa..? Tenemos algo que terminar..- Rozó de nuevo sus labios con los míos y se levantó, haciendo que le mirara con deseo, mordiéndome suavemente el labio mientras asentía levemente con la cabeza, levantándome a la par que él. Cogí mi mochila y me la puse, me agarré a su brazo y salimos juntos de la sala, cerrándola con llave. En ese momento solo tenía un objetivo; tirármelo. No podía pensar con sentido común, tenía un calentón encima y una rabia que no podía ser yo y actuar respecto a mis principios. Después de dejarle la llave a la señora de la limpieza que nos la había entregado, salimos juntos y nos montamos en su flamante deportivo. Me adentré en el coche y me abroché el cinturon mientras el hacía lo mismo ; metió la llave en el contacto e hizo que el motor rugiera tanto como el de un coche de rally, lo cual me hizo sonreir. Por fin iba a ver su casa, por fin iba a conocer un poquito más del chico que hasta hace unos días no era más que un compañero de baile.

*10 minutos después*

Llegamos a un pequeño y acogedor barrio cercano al centro de londres. No era un lugar muy destacable así que no le presté mucha atención a los alrededores, simplemente a la eclipsante sonrisa de Cameron y sus finos labios que buscaban los míos con desespero en cada minuto libre que tenía. Aparcó frente al portal de su edificio y ambos nos bajamos del coche. Miré hacia arriba y era un edificio bastante alto, lo cual me dio un poco de miedo. Entramos al portal y llamamo al ascensor, esperamos unos pocos segundos a que llegara a la planta baja y nos metimos dentro. Cameron pulsó el botón de la planta 5 y después se acercó a mi, dándome un pequeño pellizco en el culo, acercándome a él con ganas, rozando sus labios con la piel de mi cuello. Una vez llegamos a la planta deseada, Cameron sacó sus llaves del bolsillo de atrás de su pantalón y abrió la puerta del ascensor, acercándose a la de su piso. Mientras abría la puerta con la llave observé el rellano y me pareció bastante clásico. Paredes con el típico gotelé horroso y el techo igual, ambos color blanco ; con unas baldosas horribles como suelo. La madera era bastante bonita y moderna para pertenecer a un edificio tan.. viejo. Una vez abrió entré con él, quedándome asombrado por la maravilla de casa que tenía.

''They don't know about us''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora