Capítulo 42.

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Uno de mis mayores defectos era dejarme llevar por la rabia. No pensaba con claridad cuando estaba furioso, la rabia no me lo permitía. Normalmente cada vez que hago algo dejándome llevar por la rabia, el enfado y todo lo malo que pueda tener, acabo llorando y pidiéndole disculpas a alguien, esta vez no iba a ser menos.. ¿O tal vez esta ocasión sería distinta?

Otro semáforo en rojo de camino a casa. Apreté con fuerza el volante resoplando, atento al semáforo esperando que cambiara de color de un momento a otro. Todo en esos momentos me enfadaba, no soportaba nada, ni si quiera a mi mismo. Bajé un poco el volumen de la música, me estaba empezando a doler la cabeza. Volví a mirar el semáforo, seguía en rojo. ''Mierda'' Bufé. Estiré mi mano hasta el asiento del copiloto donde había dejado antes la cajetilla de tabaco, la abrí, cogí uno junto al mechero, lo agarré con mis labios y aspirando, lo encendí. Volví mi vista al semáforo y por fin cambió a verde. Arranqué sosteniendo el cigarro entre mi dedo corazón y el índice mirando atentamente a la carretera dándole un par de caladas de vez en cuando. Antes de llegar a mi calle lo terminé y lo lancé por la ventanilla. Cinco minutos más de conducción y llegué. Aparqué frente a mi casa, podría haberlo metido en el garaje pero no me apetecía ponerme de más mala leche si no aparcaba bien a la primera. Guardé la cajetilla de tabaco en la guantera y salí del coche. Lo cerré de camino a la puerta y me encontré a mis hermanos salir de casa a toda prisa con una mochila cada uno en la mano. Me sorprendí y les miré mal.

-¡Hola!.- Gritaron los dos al verme, yendo hasta el coche de mi madre. Volví mi mirada al frente y entré a casa encontrándome con mi madre que iba a toda prisa detrás de mis hermanos.

-Hola Dylan, hay partido, ¿vienes?.- Me miró cogiendo sus llaves de casa ; negué con la cabeza y caminé hasta la cocina, me acerqué a la nevera, cogí una lata de cocacola, la abrí y me senté sobre la isleta. Le di un pequeño sorbo y la dejé allí, lejos de tranquilizarme, me puse más eléctrico. Subí a mi habitación y me quité la ropa y la tiré hacia un lado. Me senté en la cama y me recosté poco a poco, mirando hacia el techo, comenzando a rayarme de nuevo. Era inhumano lo que me pasaba por la cabeza en esos momentos. ¿Por qué tenía que ser así de difícil? No podía salir por la noche por que se enfadaba conmigo, y tampoco podía quedar con nadie si no estaba él..¿Era normal? No sé, empezaba a cruzar mi límite. Al menos mañana podría distraerme un poco de todo ensayando, o eso quería pensar. Es verdad, los ensayos.. no tenía canciones elegidas para proponerle a Melissa. Me levanté de la cama y me senté en el escritorio, abrí el portátil, lo encendí e introduje mi contraseña. Comencé a pasar canciones apuntando las que mejor me parecían para bailar en un papel. Comenzó a sonar ''Fight for this love'' y decidí dejarla un rato puesta, era una canción que aunque la canción a veces me pudiera entristecer un poco, también podía animarme. Me levanté del escritorio y comencé a bailar la canción, improvisando cada paso que daba. Un par de horas después me empezó a doler la cabeza, miré la hora en el ordenador ; 11:00 PM. ¿Cómo se me había pasado tan rápido la tarde..? 

Me levanté del escritorio y cogí el móvil, lo desbloqueé y observé la pantalla pensándome bien lo que hacer. Quería salir y divertirme un rato, quería saber como estaba Jeremy, quería dormir con él.. Me senté en la cama y me tumbé, mirando hacia el techo con las manos y el móvil sobre mi barriga. ¿Qué podía hacer? De pronto las palabras de Cameron vinieron a mi cabeza; ''cualquier cosa que necesites aquí me tienes, ¿vale?''; Cogí el móvil y abrí la agenda de contactos, bajé hasta la C y pulsé sobre el nombre de Cameron.

-¿Dylan?.- Dijo el chico al otro lado.

-Así me llaman.- Contesté, riéndome después.

-¿Pasó algo?.- Preguntó.

-Hmm, no. Sólo me apetecía hablar con alguien..- Mentí.

-¿Sí? Me alegro de que hayas elegido llamarme. ¿Cómo estás?- Cameron comenzo a reirse.

''They don't know about us''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora