>Narra Dylan<
8.00 PM
Estaba en mi habitación jugueteando con el pequeño gato para entretenerme un poco y a ver si así dejaba de pensar por un maldito segundo en Jeremy y Jesse. Escuché timbrar y también a mi madre hablar, y como no gritó mi nombre supuse que no era para mí, así que hice caso omiso y continué jugando con el gato mientras escuchaba un poco de música. Eso me recordaba a los viejos tiempos cuando me pasaba tardes en mi habitación escuchando música sin salir a penas, realmente era feliz, no me afectaban tanto las cosas. Dejé al gato a su rollo por el suelo y me tiré en la cama con la intención de descansar un poco ya que la semana que me venía iba a ser dura por todos los trabajos que seguramente me mandarían hacer, evitar a Jeremy y demás cosas. También quería volver a apuntarme a clases de baile, pero no me apetecía salir a ver a Melissa y no tenía su número para llamarla desde casa, así que tendría que joderme. Quizás Wendy lo tenía, o el de Ryan al menos, pero no iba a ir a casa de los Barker por el simple hecho de que Jeremy seguía allí. El timbre volvió a sonar, lo cual me extrañó. Nunca solíamos recibir tantas visitas o al menos tan seguidas. Volví a quitarle importancia y puse mis manos en mi nuca, cerrando los ojos boca arriba a la cama. A los pocos segundos los volví a abrir al escuchar la puerta de mi cuarto abrirse. Miré hacia ella y me encontré a un Trevor respirando bastante acelerado, se acercó a mi cama y se sentó mientras le miraba completamente extrañado.
-¿Trevor..?.- Pregunté irónicamente, dándole un par de pequeñas palmadas en la espalda.
-Dylan.- Habló el chico poco a poco recuperando la respiración.
-Sí que te ha costado subir unas escaleras eh..- Murmuré riéndome a carcajadas, sentándome al lado del chico.
-Debes de ir a hablar con Jeremy.- Respondió el chico mirándome completamente serio.
-Pero..
-Debes no, vas a ir por que sí.- Me interrumpió sonriendo triunfalmente y se levantó de la cama, agarrándome del brazo.
-¿Tú la parte de que no le quiero ver no la entiendes?.- Respondí rodando los ojos, sin hacer a penas fuerza para quedarme allí. Una parte de mi cuerpo quería ir a saber que pasaba, pero la otra temía hacerlo por miedo a lo que me fuera a contar Jeremy, sabía que me iba a hacer más mierda de lo que podría estar.
-Vas a ir y punto. ¿Cuando te he llevado yo a algo que sepa seguro que no te va a gustar?.- Respondió tirando de mi hacia el pasillo, segundos después desde el principio de las escaleras, haciéndome bajar por ellas. Cuando ibamos por la mitad me logré soltar de su mano y me miró amenazante, lo cual me hizo seguir caminando detrás de él. Llegamos a la puerta y la abrió, justo cuando iba a salir mi madre nos llamó.
-¡Eh!.- Exclamó caminando desde el centro del salón hasta nosotros.
-¿Qué pasó?.- Pregunté arqueando una de mis cejas, mirándola.
-¿A dónde váis?.- Preguntó cruzándose de brazos.
-A casa de Jeremy..- Murmuré encogiéndome de hombros.
-Sigo esperando que me cuentes con qué cristal te cortaste..- Respondió soltando un pequeño suspiro de resignación.
-Rose, mañana te prometo que te lo cuenta, ¿vale? ahora tenemos que hacer algo importante..- Respondió Trevor acercándose a mi madre.
-¿Ir a ver a su novio es más importante que contarle a su madre que le ha pasado en el brazo..?.- Preguntó mi madre alzando una ceja.
-Mamá.. yo no quería ir, es este que me obligó a ir.- Me encogí de hombros y solté una pequeña carcajada. Mi madre me miró sorprendida y después a Trevor.

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''They don't know about us''
Teen Fiction''Era un camino de rosas, pero no todas estaban libres de espinas.''