Después de la mini charla frente a la puerta de su habitación, Louise y yo bajamos hasta la parte trasera del Motel, en dónde había una gran piscina con un par de tumbonas. Allí, Louise me contó también por qué estaba rota y triste, y yo intenté ayudarla en todo lo posible.
-Gracias.- Murmuró, haciendo chocar la boquilla de su botellín con el mío.
-¿Te puedo preguntar algo?.- Pregunté, girando levemente mi cuerpo hacia ella.
-Claro, dime.- Louise se incorporó en la tumbona, quedándose sentada en esta.
-¿Por qué vives en un motel?.- Mi voz fue clara y curiosa y pareció sacarle una pequeña sonrisa. Por fin una sonrisa después de todas las lágrimas que habíamos soltado ambos.
-Me gusta la vida simple. Aquí tan solo tengo una habitación y vivo rodeada de un bonito monte. No sé..soy especial, o eso me gusta pensar.- Louise se volvió a recostar sobre su tumbona, mirando hacia el cielo soltando una pequeña carcajada.
-Lo eres.- Afirmé, acomodándome al igual que ella.
-Tú también, Dylan. Me alegro de que se te haya parado el coche frente a mi tienda.- Respondió comenzando a reirse, al igual que yo. Solté un pequeño suspiro y continué disfrutando del maravilloso manto de estrellas que se encontraba sobre nosotros.
-Esto si que es vida..- Susurré, sonriendo mientras disfrutaba de la tranquilidad del lugar. Me hubiera gustado disfrutar de él junto a Jeremy, pero no podía ser.. O al menos de momento.
-Oye.. ¿Por qué no nos vamos a dormir..?.- Louise se levantó de su tumbona y miró el bonito reloj que reposaba sobre su muñeca izquierda.- Son las tres de la mañana..
-Buena idea..- Respondí junto con unas pequeñas y sonoras carcajadas, y me levanté. Ambos caminamos hasta las escaleras y juntos las subimos, comenzando a notar como el cansancio se apoderaba de mi cuerpo poco a poco. Entramos a su habitación y Louise se tiró en la cama, haciéndome un gesto para que hiciera lo mismo.
-Puedes dormir en calzoncillos, por que las tías no te ponen, ¿verdad?.- Preguntó, sentándose con las piernas cruzadas en la cama, mirándome con una gran sonrisa.
-Así es, solo los tíos.- Afirmé, quitándome los calzoncillos.- Pero aún así, suelo dormir con una camiseta al menos.. Odio que me pique la espalda.- Louise comenzó a reirse y sacudió la cabeza de lado a lado, me quité los pantalones junto a los calcetines y me tiré a su lado, acomodándome en esta.
-Buenas noches, qué descanses. Si necesitas algo como si estuvieras en tu casa, ¿vale?.- Louise se metió bajo las finas sábanas y me miró, colocándose de lado hacia mi. Asentí con la cabeza y le regalé un pequeño beso en la mejilla, el cual le hizo sonreir. Me acomodé también bajo las sábanas y cerré los ojos, pensando en Jeremy para dormirme más feliz.
Día siguiente.
10.00 AM.
El despertador que había en mi mesilla, me despertó. Bueno, a mi y a Louise, o eso creía. Abrí los ojos y ambos nos miramos, soltando una pequeña carcajada al ver que estábamos casi en la misma posición en la que nos dormimos.
-Buenos días, Louise.- Saludé, volviendo a cerrar los ojos por un par de micro segundos mientras me estiraba e intentaba no bostezar para no ser muy descortés.
-Buenos días Dylan, ¿te apetece irte a tu casa?.- Preguntó, riéndose con pequeñas carcajadas.- No te quiero echar, ¿eh? por mi puedes mudarte aquí si quieres.- Louise se encogió de hombros y caminó hasta otra cómoda que había debajo de una ventana, que estaba al lado de la puerta de la entrada y que yo no había visto todavía. Sobre ella había una pequeña cafetera que parecía haber hecho café recientemente.

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''They don't know about us''
Ficção Adolescente''Era un camino de rosas, pero no todas estaban libres de espinas.''