Capítulo 8.

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-Destapé el auricular y llevé el teléfono a mi oido.- ¿sí?

-Mira mocoso, como vuelvas a decirle a Jeremy algo mal sobre mí, atente a las consecuencias, ¿sí? más te vale que no te vea cerca de él, por que te haré la vida imposible.- Respondió Inna.

-La verdad duele, ¿a que sí?. No le he dicho ninguna mentira querida, no dejaré que esta vez le hagas daño, tenlo bien claro. Un abrazo; zorra.-Colgué.

Tenía tantas preguntas en la cabeza pero solo pude estar orgulloso de mi. Le había plantado cara a la zorra de Inna. Bueno, se lo había dicho por teléfono, pero venía siendo lo mismo. El martes si hacía falta se lo repetiría a la cara. Me tiré en la cama a fumar un poco dandole vueltas a lo que había pasado, bastante rato después decidí dejar de rayarme y bajé al comedor, todos estaban ayudando para la fiesta de bienvenida menos yo. No, no tenía ganas la verdad, pero quería ser el primero en ver a mi amiga. Fui a la cocina a ayudar a mi madre con los pasteles, me encantaba cocinar aunque lo hacía poco. Me encantaba comer la masa cruda, estaba tan rica.. Me gustaría montar una pastelería, pero aún no. Cuando llegué a la cocina, comencé a ayudar en todo lo que pude. Mientras comprobaba que el bizcocho del horno no se quemaba, mi madre se acercó a mi sonriendo.

-¿Quién es esa Inna? ¿es tu novia?.- ¿Como podía pensar eso? Por favor..antes de salir con ella me encerraría en un cuarto lleno de serpientes y demás reptiles a los cuales tengo miedo.

-Esto mamá..yo..- Entonces sonó el timbre.- abro yo.- Fue la excusa perfecta para evitar un mal momento con mi madre, no sé si sabe que soy gay pero..me daba como vergüenza decirselo, no sé. Salí corriendo de la cocina a abrir la puerta cuando allí la vi, a mi mejor amiga. Salté sobre ella dandole un fuerte abrazo, lleno de emoción. Hacía años que no la veía, ya iba siendo hora. La invité a pasar por que fuera hacía algo de frío, mientras saludaba a todos decidí  ir a meter el coche al garaje, mi coche era como mi hijo, no quería que le pasara nada.

-Vengo ahora.- Cogí las llaves del coche y salí de la casa, cuando me iba a montar en el coche, Wendy me llamó desde su casa. Me acerqué hasta allí para ver que quería

-¿Qué pasa, Wen?- Me paré a la entrada de su casa, observando como se acercaba a mi poco a poco.

-¿Estás bien? Mi hermano me lo ha contado, se ha pasado un poco..-Miró hacia el suelo, parecía decepcionada.- Lo siento mucho, en serio.

-Nada, tranquila.- Me encogí de hombros y me di la vuelta, cuando lo hice pude ver por la ventana como Jeremy hablaba con alguien por teléfono. Seguro que era con su querida novia. ¿Le habrá contado que la insulté? Apuesto a que le contó todo lo contrario. Cuando estaba comenzando a caminar, oí como un Jeremy completamente enfurecido gritaba mi nombre. Caminé un par de metros debatiendo si girarme o no, hasta que me di la vuelta temiendo por mi vida. Si Jeremy no acercaba a pegarme, un coche me atropellaría ya que estaba en medio y medio de la carretera, pero me daba completamente igual, no iba a moverme ni un milímetro. Alcé la mirada a Jeremy, viendo como se acercaba, quedandose en el borde de la acera.

-¿De qué vas llamando zorra a mi novia? ¿Que consigues haciendolo? Acepta tu puta derrota ya, joder.- Las palabras me dolían como alfileres en el corazón.

-Eh, yo llamo a las cosas por su nombre, ¿sabes? Esto es un coche, -Hice un gesto con la cabeza indicando mi coche.- y se le llama coche, no manguera. No consigo nada, y me da igual, todo el mundo sabe lo que es esa puta de esquina, tú simplemente no quieres verlo.- Pude ver como Wendy se metía en su casa estallando a carcajadas. Me encogí de hombros y me di la vuelta escuchando como Jeremy decía algo que no pude entender claramente. Estaba sorprendido conmigo mismo, ¿qué me pasaba? yo no era así. ¿Había cambiado? Era demasiado extraño. Metí el coche en el garaje y al entrar en casa, Dem se acercó a mi y me habló lo más bajo posible.

''They don't know about us''Donde viven las historias. Descúbrelo ahora