¡Vaya mierda!

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Cans pov

Cayó la noche. Salí por las avenidas de Seattle para salir con mi novia pero antes tenía que verla.

Tome un pequeño atajo pasando los callejones, los cuales sólo eran alumbrados por postes parpadeantes de luz. ¡Vaya mierda!

Escuche jaleos y el ruido del contenedor de basura, no me importaba que fueran peleas o se tratarán de gatos hasta que...escuche una voz familiar.

La tímida voz de Piscis.

¿Podía estar loco?

Decidí aventurarme y camine con cuidado hacia allí, me oculte entre las sombras y el contenedor. Vi dos figuras de hombros anchos y una pequeña.

— Por favor, solo necesito más tiempo...— Suplicaba Piscis.

Se escuchó un golpe de impaciencia contra el otro lado del contenedor, casi salto del susto pero no lo hice.

— ¡Nos debes mucho!

— ¡Ya deberías pagarnos!.— El tono de la segunda parecía como si estuviera sonriendo.

No podía ver mucho pero sentía los nervios de la castaña. Le temblaba las piernas y retrocedía.

— No tengo dinero.— Trago saliva y se puso rígida.

Uno de esos tipos avanzó hacia y respiro profundamente.

— Puedes pagar con otra cosa...

Podía haberlo malinterpretado, podía salir corriendo, podía unirme pero decidí estar al lado de ella.

Caminé lentamente hacia ellos, tenía intención de que me vieran y esos hicieron. Tenía una sonrisa de lado y las manos en la espalda, podía ver la cara de sorpresa de la pisciniana, también sus mejillas levemente sonrojadas.

— ¿Por que están molestando a una estudiante?

Escuche una pequeña burla y un insulto del chico que estaba detrás del más grande. El grandulon, apretaba el brazo de la ojiverde.

— ¿No la vas a soltar?.— Dije mientras ponía mi brazo en los hombros de Piscis.

— Vete...por favor...Estos chicos son rudos y no van a la secundaria.

— Mejor hazle caso a tu amiga.— Dijo él de atrás sonriendo y se acercó a su amigo.— Podemos hacerte daño.

Chasque la lengua y rode los ojos.

— Largate o te rompo la cara.— Dijo el segundo tipo mientras atraía a Piscis con él.

La castaña me dio una mirada de súplica para que yo salga corriendo, mientras ella caminaba hacia ellos.

— Encargate de él, yo me la llevo.— Dirigía el segundo.

El primero, era más fornido y mejor parecido que el otro tipo, sin embargo carecía de vida. Un muerto en vida. ¿Por qué la tierna de Piscis, trataba con aquellos tipos?.

El grito de la chica me hizo concentrarme en aquella situación. Reaccione dándole mi puño a la cara del zombie, él retrocedió y aproveche para ir a por Piscis.

Él segundo tipo, saco una pistola y me apunto.

— ¿Realmente quieres seguir, niño?

— ¡Ella vale la pena!

El primer tipo me empujó, perdí el equilibrio y caí en un charco, subí la mirada, y el primer gorila había apretado el gatillo.

Piscis volvió a gritar.

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