Dado de alta

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Entró a su casa, la cuál ya no sería suya, dejó la única maleta que le dejaron llevar a un lado del sofa principal y se sento en ese, el moverse lo traia cansado. Suspiro, observaba cada rostro de la habitacion, ya todos sabian que seguia pero habia duda en apresurarlo.

Que absurdo, pensó.

Faltaba meses para acabar el colegio, y él buscaria una universidad la cual la pagaria con algun trabajo, no tenia que vivir con su padre, pero al parecer su hermana le habia tocado la peor parte. Se madre vivia en España, no conocia la cultura de aquel pais pero se imaginaba que ella pasaria mas tiempo con su "madre".

— Cancer, sube y alista tus maletas. Ya es hora.— Dice su madre mientras le da una sonrisa.

— No quiero.— Le da una mirada a su hermano para que la ayude.

Pero no es la respuesta que ella espera, el asiente la cabeza y ladea dandole a entender que haga lo que su madre diga, sorprendiendo a la chica.

— Cancer, hija, no hagas las cosas dificiles. Ya esta todo hablado y todos tenemos un acuerdo.— Dice con fingida dulzura su padre.

Su hermano toma su mano pero ella la retira rapidamente, estaba claro para ella que se trataba de una traicion. Claro, a él le habia tocado la parte facil.

— ¡Pues nadie me hablo de esto! ¡Nadie me advirtio de esto!

— Cancer, luego conversaremos.— Le dice Can molesto.

Su intencion no era rendirse tan facil sino era calmar el ambiente. Si entre los dos se podria decir que era el mas extremista y maduro por asi decirlo. Su melliza le dio una fria mirada la cual se estaba rompiendo.

— ¡Ustedes no pueden volver despues de todo el daño que no hicieron! ¿Donde estabas cuando me vino la regla por primera?.— Señalo a su madre.— ¡Lo aprendi por el colegio! No, por ti. ¡Todo lo que sé y soy!  No es por ti.

— ¡Cancer!.— La reprendio su abuelo.

— Es cierto todo lo que dice. Nos dejaron ¿Por qué volvieron?.— Se levanta Can bruscamente para luego recibir una descarga de dolor por su condicion.

— ¡Para enmendar nuestros errores!.— Le grita su madre para luego dejarse llevar por el llanto.

— Es demasiado tarde.— Dice Cancer mientras sale corriendo de la casa.

— ¡Hey!.— Le grita Can, mientras camina hacia la direccion de su hermana.

La madre de los mellizos intenta alcanzarlos pero es detenifa por su suegra la cual le dedica una mirada desaprobatoria, y niega con la cabeza. Todos excepto el padre sabían lo que sentían los adolescentes, pero el señor pensaba que era una rabieta. Aún eran sus hijos, ellos mandaban sobre esos malcriados y mimados.

Mientras tanto, en un sitio alejado se reunían Tauro, Leo y Piscis ocupando el cuarto de la primera. Era la primera vez que la pecesita conversaba con la rubia así que en ciertos momentos la veía con recelo y no podía creer que aquellas dos eran primas.

— Es arriesgado.— Opina Leo.

— Estas demente. Estoy de acuerdo,no.— Secunda la ojiazul.

El cuarto se quedó en silencio por unos instantes y la mirada seria de la taurina perforaba los cuerpos de aquellas chicas.

— Vamos, Tau ¿Por qué harías eso? No es tu problema. Solo libérate. Terminalo y todo solucionado.

Su prima posó una mano en su hombro mientras asentia con la cabeza. No lo podía creer, pensó que podrían ayudarla, pero al parecer ni una veía la necesidad de hacerlo, claro que era claro ¿Quien era Tyler para ellas? Pero ella sabia que significaba su novio. No se iba a rendir.

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