Teenagers Zodiac

Muñeca

Géminis pov 

Entre a la cafetería, observe cada parte de aquel lugar, sin ningún rastro de él. Suspire y me senté en una mesa apartada mientras sacaba de mis short's mi celular.

Revise su último mensaje, un "Estoy en camino" hace 19 minutos.

Observó con atención a todas las personas de este lugar aunque no son muchas, hay un grupo de chicas con vestimentas hipster conversando en una gran mesa compartida. Al otro lado en los sillones se encuentran un castaño con una pelirroja.

Me levanto de mi sitio sin importame de que alguien luego lo ocupe, me paseo por los sillones que se encuentran cerca de la vitrina de los pasteles, ensaladas o jugos de naranja.
Aquella pelirroja no es nada más ni nada menos que Sagi, mi ex mejor amiga, junto a Libra, el chico más superficial de esta galaxia.

Ambos chicos platican animadamente. En un movimiento el chico de la balanza le acaricia la mejilla a la traicionera, dejandome sin palabras. ¿Y Leo?.

Siento que alguien está detrás mío y hace que me voltee bruscamente, me encuentro con los ojos azules del escorpión.

-¿Hace mucho esperas?.- Asiento.- Perdón, estaba con Cancer.

Asentí de nuevo, tenía derecho a demorarse por su novia.

Pedí un jugo de naranja, él un café americano. En mi antiguo lugar se sentaron dos chicos, así que decidimos buscar otro lugar, pero el único que me convenció fue los de fuera del local.

Piscis pov

Me mordi el labio una vez más, la casa de los hermanos Cancer, es grande, muy cálida, a diferencia de ellos. Can estaba al frente mio, buscando información sobre el proyecto pero a él ninguno lo convencía.

-¿Un volcán?.- Digo finalmente.- Los dibujos animados siempre ganan los que hacen un volcán.

El castaño deja de observar la laptop, alza la mirada y me doy cuenta que dije una estupidez o eso él me hace sentir.

-Muñeca.- Dice con un tono de superioridad.- ¿Eres una nerd y quieres hacer un proyecto simple?.

Ruedo los ojos, tengo límites y espero que él no me haga cruzarlos.

-¿Sabes algo?. Ya que soy una "nerd".- Hago comillas con los dedos en la última palabra.- Dame la computadora y ayudaré.

El canceriano me sonríe cínico y me entrega la laptop.

-Hazme aprobar, muñeca.- Gruñó al escuchar el apodo.

Lo ignoro por completo y tecleo en el buscador "Experimentos de Biología", muevo mis pupilos por las palabras y encuentro uno que me llama la atención. "Cambio de colores en las flores", sonrió complacida a lo que Can alza una ceja.

-Mira esto.- Le paso con cuidado la laptop.

El chico cangrejo ladeo una sonrisa, cierra la laptop y masajea sus sienes como si estuviera cansado, no le gustó mi idea.

-¿En serio?. Tenemos que dejar los tallos en los recipientes con el colorante.  ¿Por que no mejor las pintamos como Alicia en el país de las maravillas?. Solo eres una cara bonita, te falta el cerebro de tus amigos.- Su maldita sonrisa sigue pegada en su rostro.

Rápidamente muevo hacia atrás la silla haciendo que cruja contra el piso, me levanto rápidamente enojada. ¡Estoy harta de su actitud!

-¡Me canse maldita sea!.- Le grito.- ¿Por qué siempre tienes que portarme como un jodido cabron con todas las personas?. Jamás te hice daño como...- Su grito hizo que no terminará.

-¡Cállate!.- Dijo golpeando la mesa con su puño.

En ese momento volví a respirar pero eso no cambiaba que aún quería seguir hablando.

-¡Eres mierda!. ¡Haces lo mismo que te hicieron...- Siento como me jala hacia él.

Me apego a su cuerpo, y su mano aterrizó en mi boca, impidiendo que vuelva a hablar. Puedo escuchar su corazón latir gracias a mi altura y su cercanía. De nuevo su perfume invade mi olfato.

-Será mejor que te vayas.- Escucho la voz de su hermana.

Volteo y la castaña esta sosteniendo la chapa de la puerta, invitandome a salir. Respiro ordenandome mis ideas, y finalmente guardo mis cosas en mi mochila.

Can hijo de tu madre, y pensar que me parecías guapo.

Leo's pov

Me contemple delante del espejo, recién salida de la ducha, sin una gota de maquillaje. Observe las bolsas moradas debajo de mis pequeños ojos marrones, mis pequeños labios rosados sin labial, mi respingada nariz.

Doy un grito y mi puño aterriza contra el espejo, una y otra vez.

No soy perfecta, no soy perfecta.

Doy otro grito más cuando siento el ardor de las raspaduras de mi puño, al observar mi repisa con todos mis productos de belleza lo derribó con la mayor fuerza posible.

El latido de mi corazón aumenta al igual que mis jadeo, me observó al espejo y encuentro con mi imagen desfigurada, rota, al igual que el cristal.

La puerta se abre de golpe y observó a una mujer alta de ojos verdes, rubia, con muchas joyas, alguien elegante, bella y joven. Alguien superficial. Mi madre.

-Leo.- Me llama la atención.- ¿Haz perdido la cordura?. Ve a la sala y llama al personal a que limpien tu desastre.

Parpadeo captando lo que me dijo, ahora siento más el ardor en mis heridas y en mis ojos, recién siento las lágrimas.

-Y que una empleada te limpie las heridas.- Dice mi madre cuando camino saliendo por la puerta.- Tienes suerte de que tu padre no esté casa.

-Nunca lo está.- Digo mientras me limpio las lágrimas con mis propias manos.

-Existen los pañuelos, ten más clases. Por Dios.- Escucho pero no me volteo, solo salgo del baño de mi habitación hacia la cocina.

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¡Aquí D1laurentis!

¿Que les pareció?

No sé qué decirles...

¡Bye!

¡D1Laurentis fuera!