Mis nervios estaban a flor de piel. No me atrevía a hablar y Jack solo se dedicaba a verme. En ese momento también me di cuenta de otra cosa, me obligué a hablar.
— Cuando firme este contrato... Le estaré entregando todo lo que soy... ¿Verdad? — Alcé mi vista encontrándome con la suya.
Él se levantó y rodeó la mesa hasta llegar frente a mí. Me ofreció su mano y se la di. Me ayudó a ponerme de pie. Su figura se puso ante mí y lo miré a los ojos con nerviosismo.
— Tienes miedo — aseguró. Asentí con mi cabeza — ¿A qué?
— Y-yo... — estaba helada, mi respiración era titubeante. Paso sus manos por mis brazos sobándolos de arriba a abajo.
— Tranquila... Elsa, quiero que seas mi sumisa, pero, si no estás lista, entenderé.
Parpadeé y respiré profundo — Yo quiero serlo — respondí — pero tengo miedo a no ser buena sirviéndole, de no ser buena en nada de esto... Temo que con mi inexperiencia no logre... Satisfacerlo como usted quiere que lo haga y... decepcionarlo.
Una sonrisa amable se dibujó en su rostro — Lo harás bien. Si eres mi sumisa, te entregarás por completo y no te preocuparás por todo lo que puedas o no. Me entregaras cuerpo y tu mente, Elsa, confía en mí, estarás bien.
Conecté mis ojos con los suyos. Y no sé cómo, pero pude calmarme. Ese azul intenso de sus ojos y la seguridad que emanaba de ellos, la seguridad que emitía todas sus palabras. Este hombre que prácticamente no conozco del todo, me daba mucha seguridad, en cierta forma también me daba calma. Iba a confiarle mi cuerpo... Mi mente... Y quería hacerlo. Quería esto... Y lo quería con él.
Suspiré — Firmemos.
Puse el contrato en el escritorio el tomo una pluma y me dio una a mí. Entonces, él firmó en el espacio que indicaba su firma...
Mi corazón golpeaba con fuerza en mi caja torácica, mi cuerpo estaba tenso, las manos las sentía heladas y sentía adrenalina corriendo por mis venas con un gran toque de terminaciones nerviosas a punto de estallar, cuando por fin me incliné para garabatear mi firma en aquel espacio... Y lo hice. Firmé ese contrato.
Respiré profundo, dejé la pluma sobre la mesa y me giré hacia él.
Alzó su mano y quitó un mechón de cabello de mi rostro. Acercó su rostro al mío y me beso. Fuerte. Sus labios se movían feroces y urgentes contra los míos. Puso sus manos a mi nuca e inclinó mi cabeza hacia atrás y a un lado dejando que su lengua entrara a mi boca. Ese instinto tan carnal de su parte, me hizo gemir, su lengua era algo que innegablemente me hacía estremecer. Se separó. Tomó mis caderas, y me pego a su cuerpo. Me miró a los ojos, paseó sus manos por mis caderas y mis piernas, cerca de mi feminidad enviando una corriente a ese lugar. Metió su mano dentro de mis bragas y frotó con lentitud mi clítoris. Aspiré aire y jadee sin dejar de verlo a los ojos.
— Aun no te haré nada — sacó su mano de mis bragas, nuevamente, dejándome solamente con el deseo vivo corriendo por mis venas — Ve a tu habitación, prepara tus cosas y duerme. Mañana nos iremos a Nueva York.
Tragué — S-sí, señor.
Me soltó — Anda.
Se separó de mí y yo caminé hasta la puerta y salí de ahí. Exhalé el aire que no sabía que contenía... Ya era una sumisa... su sumisa...
Antes de ir a mi habitación, pase por la cocina de servidumbre y comí algo. Estaba hambrienta, y agradecí demasiado que no hubiera nadie ahí, ni Kara, ni Lía, ni Sara o Grace... Pero no siempre tenía suerte. Ya que antes de ir a mi habitación escuché a una de mis compañeras murmurar, una de las voces que reconocí fue a Kara.
ESTÁS LEYENDO
Soy Su Sumisa
FanfictionFANFIC JELSA. (Disney crossover) Elsa Arendelle, una chica altamente curiosa e inexperta buscando respuestas ante lo que diariamente ve siendo sirvienta en la casa de los Frost. Un mansión donde los hombres de la familia disfrutan un estilo de vida...