Mis ojos quemaban por haber llorado toda la noche, o al menos hasta que me quedé dormida. Presentía que las lágrimas se agotaron por desperdiciarlas por mucho. Entonces, me quedé junto a la ventana antes de verlo partir hacia el otro lado del mundo, luego de eso me quebré de nuevo. No podía parar, perdía tiempo valioso mientras sollozaba, pero realmente el hueco que había en mi pecho era insoportable y parecía no desaparecer sin importar cuanto intentara desahogarme.
Cerré la cortina para que el sol no entrara, yo no soportaban la luz justo ahora, y la puerta la cerré con llave. No quería hablar con nadie, no quería ver a nadie... En mi mente se cruzó la tonta idea para ir a la universidad y no pensar en él todo el miserable día, pero más que nadie conocía que sería una pérdida de tiempo. No podía dejar de pensar en Jack, en lo que había pasado. Quería estar en mi cama y revolcarme en mi depresión.
Eso sonaba pésimo, pero no era que hubiera tenido una excelente noche que digamos.
Me recosté de lado mirando hacia el reloj digital que yacía en la mesita de noche junto a la cama. Solo eran las siete de la mañana. Escuché cuando Tiana y Georgia llegaron, justo así, una después de la otra preguntando si había alguien en casa. No respondí a ninguna.
Era imposible que el pecho no se me hundiera cuando pensaba en Jack. Cuando me tomó por primera vez y recordar lo nerviosa y fascinada que me encontraba. Yo lo había sentido real; excitante. Él posiblemente como un polvo más.
Después de todo... quería crees que quizá solo era una mala noche o un mal entendido, y que ambos necesitábamos tiempo lejos del otro.
¿Pero cuánto tiempo era ese? Dudaba que cuando volviera de Tokio las cosas siguieran igual. Y eso me afectaba muchísimo. Sin importar mis arranques de furia y rebeldía con Jack, la mayoría del tiempo era pasiva, educada, me gustaba pasar tiempo con él de cualquier forma, en su oficina de rodillas en silencio mirándolo trabajar, viendo películas o cocinando juntos... Esa era mi personalidad y no podía cambiarla. Que Jack me dominara era como un éxtasis para mi alma sumisa. El que yo ya no confiara en él inquietaba mucho nuestra relación.
Me esforzaba por odiar a Jack, estaba en todo mi derecho detestarlo. Sin embargo, el sentimiento nunca llegaba. Lo odiaba por no poder hacerlo realmente. Sabía que el que Jack admitiera estar enamorado de mí era un gran motivo para no detestarlo y que parte de mi festejaba ese sentimiento hacia mí. La otra parte me gritaba que no fuera tonta a caer ante eso, lo que sentía ahora no borraba como fue que lo había logrado. Usándome hasta lograr sentir algo hacia mí. Yo no sabía si era real o simplemente lo dijo porque era lo que yo necesitaba escuchar. Estaba en todo mi derecho de dudar de su palabra.
Simplemente las cosas nunca serían iguales. Y eso me devastaba aún más. Yo no esperaba que mi primera dominante fuera para toda la vida, pero al menos no quería que terminara de esa manera tan... destructiva y toxica. ¿De qué servía negarlo? Esa relación simplemente acabó.
No pensaba con delicadeza las cosas en ese momento cuando las malditas emociones pasaban volando en mi cabeza como aves de rapiña... pero estaba pensando seriamente en volver a Portland, y no, no iría a la mansión. Tenía dinero en una cuenta de ahorro allí, de mi salario como sirvienta y, además, lo poco que mamá dejó para mí... eso serviría para rentar un apartamento conseguir muebles. Instalarme en algún lugar. Ya no apreciaba ningún tipo de comodidad en Nueva York.
Recordaba que, cuando era una niña y mi mamá aún vivía, decía que su mejor forma en la que pensaba y se tranquilizaba, era caminando. Lo intentaría, pero también me dolía mucho pensar en ella. Justo en ese momento me urgía uno de sus abrazos, de esos en los que besaba mi frente y me ahogaba en sus brazos provocándome un ataqué de risa casi mortal.
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Soy Su Sumisa
FanfictionFANFIC JELSA. (Disney crossover) Elsa Arendelle, una chica altamente curiosa e inexperta buscando respuestas ante lo que diariamente ve siendo sirvienta en la casa de los Frost. Un mansión donde los hombres de la familia disfrutan un estilo de vida...