Soy Su Sumisa

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Antes de empezar el capítulo, quisiera agradecer los ¡32k! Los votos y los comentarios =D en serio muchas gracias por apoyar esta historia de esa manera, sé que me tardo en actualizar, pero de verdad les agradezco la paciencia y el cariño hacia la historia ❤

Ahora sí, inicien el capítulo. Pero este tiene vocabulario más pesado que sé que algunas va a molestarles y pues escenas fuertes, está bajo su cuidado leerlo o no. Pero como digo, tengan en mente que así es la práctica ¿okay? Si no lo lees, está bien pero aun así déjame la estrellita :3 y si lees... 7u7 pilluela 7u7

Lean la nota al final del capítulo,

Que disfruten.

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— Puede que... Todo lo que pactamos en el contrato, de mi parte por supuesto, sean o no sean mis limites — dije cruzando mis brazos bajo mi pecho y crucé una pierna sobre la otra.

Voltee a verlo y una sonrisa coqueta tiró de mis labios. Me gustaba que él me mirara. Su mirada caía en mis piernas y en mi escote.

— Entonces...

— Olvídate de esa parte del contrato — expresó de modo directo.

Mis ojos se abrieron con sorpresa — ¿Qué?

Se encogió de hombros — Las reglas siguen siendo las mismas, solo olvida las prácticas — afirmó con un tono bajo y sus profundos ojos azules se encontraron con los míos.

— Eso... Me parece bien... ¿Es como si iniciaramos de cero? — pregunté.

— Iniciariamos de cero.

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Sentí que mi pulso se aceleraba, tenía demasiadas ganas de saber lo que haría. Él se había encargado de quitarme mi ropa, y la manera en la que lo había hecho era simplemente excitante. Al igual que él, yo le quité su ropa, descubriendo sus fuertes brazos y su trabajado pecho y abdomen que si por mí fuera, yo vería todo el día y toda la noche. Cuando desvestí sus poderosas piernas y tuve frente a mí la gran dureza de su entre pierna, malditamente no pude evitar relamer mis labios. Aunque él de detuvo antes de quitarle su bóxer.

Me quedé de rodillas frente a él, con mi mirada al suelo. Verdaderamente ansiosa por lo que pasaría.

Él tomó mi cabello e hizo mi cabeza hacia atrás de un tirón haciendo que lo mirara, que mirara su dominación sobre mí — Hoy voy a probar algo contigo — su voz sonó peligrosamente profunda estremeciéndome un poco — ¿Quieres saber qué?

— ¿Qué? — jadeé, entonces recibí una palmada en mi mejilla cerca de mí boca. Mierda, me corregí de inmediato — ¿Qué, señor?

— Eso está mejor, la próxima vez que no lo digas voy a castigarte, ¿quieres eso?

Traté de negar con mi cabeza, pero él la mantuvo en su lugar tomando mi cabello un poco más fuerte — No señor.

— Ahora voy a saber que tan perra sinvergüenza eres — aseguró soltando mi cabello. Sus grandes manos se deslizaron hasta mis pechos donde comenzó a jugar con mis pezones. Me estremeció — ¿Quieres ser una buena chica, verdad? Vas a obedecerme.

— Siempre, mi señor — jadee conectando sus oscuros ojos azules con los míos.

— Es bueno escucharlo — tiró fuerte de mis puntas arrancándome un gemido placentero mezclado con uno de dolor — Tráeme aquel látigo sobre la mesa pequeña.