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100 votos y 100 comentarios y sigo lo más pronto que pueda =3 No cuentan comentarios letra por letra, número por número e incluso parrafo por parrafo xD

#HuelgadeEscritoras

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Podía estar adieta... Sí, podía hacer eso.

Astrid Hofferson había llegado muy temprano aquel miércoles en la mañana para mi entrenamiento. Yo y mi bocota de hacer ejercicios temprano. Pero mi salvación fue que yo tenía mi periodo aun, solo que eso no detuvo a aquella rubia y explosivamente feliz mujer.

Habíamos pasado la mañana hablando sobre lo que era sano y no, los hábitos que debía adquirir y otros que necesitaba dejar.

Era algo que haría por mi... Claro, también para que a mi amo le satisficiera mucho más verme, pero la mayor parte lo hacía por mí. Quería estar sana y en forma.

Pero eso iba a costarme demasiado.

— Estar a dieta, Elsa, no significa dejar de comer. La mayoría de mujeres confunden eso y lo que hacen a sus cuerpos es dañarlos — me explicó con una sonrisa irónica — Hacer dieta significa comer mejor, ¿entiendes de lo que hablo?

No dejó que le respondiera.

— Me refiero a dejar todo lo frito, las azúcares y sales. No digo que lo dejes por completo, tu cuerpo necesita todo eso, pero en pequeñas cantidades.

— ¿Por ejemplo?

— Son cinco comidas al día. El desayuno debe ser algo abundante y rico en fibra. En la comida no debe faltar algo de proteínas y vegetales. En la cena algo ligero como una ensalada — Ella pareció pensarlo un poco — Te lo pondré algo así. Desayunarás como reina, almorzarás como plebeya y cenaras como pobre.

Me reí un poco de su explicación — ¿Y entre comidas? Dijiste que eran cinco.

— ¡Ah! Sí, a media mañana puedes comer fruta al igual que en la tarde un té verde y una fruta.

Asentí con mi cabeza — Puedo hacer eso, suena sencillo.

— ¡Excelente! Ahora hablemos de los ejercicios.

— ¿Deben ser en la mañana? —pregunté haciendo un mohín con los labios — Yo amo dormir.

— Es en la mejor hora para ponerse activa. Cuerpo sano, vida sana — dijo sonriente repiqueteando sus perfectas uñas contra la mesa — Debes hacer nuevos hábitos y este sería uno excelente. También no debes desvelarte mucho.

No evité que una carcajada brotara de mi garganta — ¿No desvelarme? — me reí más, aunque poco a poco fui dejando de hacerlo pues el rostro de Astrid se tornó serio — Oh... Hablas en serio.

— Muy en serio. No dormir al menos ocho horas seguidas hace que tu metabolismo sea más lento.

— Entiendo... — bueno, yo era tan burra que sabía que aun sabiendo eso dormiría cerca de las cuatro de la mañana. Estúpido Instagram.

— Bien, iniciaremos a paso lento ¿sí? Caminatas en la mañana y mucho cardio de media hora. Eso será solo el primer mes para que tu cuerpo se acostumbre y sepa que debe activarse.

— Me parece bien.

— Los siguientes meses los sabremos después — se levantó de la mesa — Muy bien Elsa, fue un gustó conocerte. De verdad espero que trabajar contigo sea divertido.

Me puse de pie — El placer fue mío, y también espero eso.

Ella me sonrió una última vez y caminó hasta la salida.

Soy Su SumisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora