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Llegamos a Nueva York y me encontraba totalmente fascinada por la ciudad. Claro que ya había visto como era por la infinidad de películas que ha, pero ¡maldición! No creí que fuera así de genial presenciarlo. Los edificios, las grandes pantallas, las tiendas de ropa... sobre todo las tiendas, los visiblemente carísimos restaurantes... Era todo del sueño. Y si lo era, ¡que nadie me despertara! Solo me faltaba escuchar New York de Alisia Keys para sentir mejor el ambiente.

Íbamos en el auto y por desgracia había un horrible tráfico... bueno, no tan horrible pues me daba la oportunidad de darle un vistazo a la ciudad. Voltee a ver a Jack.

— ¡Es realmente hermosa! — le dije totalmente entusiasmada. Él me dedicó una sonrisa.

— Lo es. Si no estás cansada podemos ir al lugar que quieras.

— En realidad si estoy un poco cansada — horas de vuelo no era nada recomendable — ¿podemos ir alguna vez Central Park? Siempre quise ir.

— Claro, en realidad planeo llevarte a todo Nueva York, el trabajo puede esperar — me sonrió y me giñó un ojo.

— Cielos, estoy emocionada. Me imagino la cantidad de lugares que hay aquí, ¿por eso has venido a Nueva York? — me di cuenta que había hablado de manera personal, pero no pareció importarle, lo cual me alivió demasiado porque me había dado cuenta lo cansado que era solo tratarlo como "usted" o todos esos apelativos muy respetuosos.

— Una parte de ello, sí. Hay muchos lugares de aquí que me gustan más que otros.

— Tus hermanos se quedaron en Portland, Creo que debe haber otra razón por la que hayas decidido venir.

— Mis hermanos están muy apegados a ese estado y a vivir en esa gigantesca mansión, yo en cambio lo detesto.

— ¿Ah sí?

— Sí... no sé, me resulta muy deprimente, aparte de que mi familia está prácticamente escondida del mundo — puso los ojos en blanco y suspiró — Vivir aislado jamás me gusto, ese fue mi principal motivo... además que no soy como mis hermanos de atenidos a la fortuna de mis padres.

— Cierto es muy aislado... pero es un lindo lugar, sobre todo la biblioteca.

— Sí, aunque solo leías Romeo y Julieta — me dijo en tono burlón enarcando una de sus cejas.

— ¡Hey! Es una gran historia, es mi favorita.

Suspiró con ironía — ¿Por qué no me sorprende?

— ¿Qué? ¿No te gusta?

— Todo es angustia y melancolía — hizo una mueca con sus labios — Muy empalagosa.

— Si pero... Es una linda historia, el antagonismo entre las familias, el amor prohibido y... y...

Él se carcajeo — Y totalmente vainilla.

Crucé mis brazos — No es "vainilla"... bueno sí, pero es igual de linda — entonces él se rio más.

— Tengo libros en casa, aseguró que van a gustarte más que Romeo y Julieta.

— ¿Si? ¿Cómo cuáles? ¿Algún bestseller que esté de moda?

Bufó y rodo sus ojos — Bestsellers sí, pero de libros que si valen la pena leer.

— Por algo está de moda, hasta tiene una película... vale la pena leerlo. Puede que me ayude en esto, después de todo soy nueva.

— Ya lo leí, ¿crees que no? Pero es totalmente absurdo. ¿Cómo alguien que se haga llamar "amo" castiga y se desahoga con sus sumisas solo porque se parecen a su madre? Eso es enfermo. Por eso las personas se hacen una mala idea de este mundo — negó con la cabeza con desaprobación.

Soy Su SumisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora