¡Maldita sea, maldita sea, MALDITA-SEA!
Eso me había dolido más que nada. Ardía y dolía demasiado. Grité fuerte y me removí lo poco que podía estando en esa posición. Encajé mis uñas en la piel y escondí mi rostro en el hueco que hacían mis antebrazos unidos para asimilar el ardor que se apoderó de mi cuerpo...
— U-uno... gracias — susurré guturalmente lo que él me había ordenado. Contar y agradecer. Luego llegó el segundo azote sobre el mismo lugar donde me había aplicado el anterior. Una capa de dolor sobre dolor... mierda y solo iba comenzando. Grité de nuevo y gruñí presionando más mis uñas. Ahogué mis quejidos en mi boca. Yo puedo, yo puedo — D-dos, gracias.
Hubo un momento de silencio, el tercer golpe no llegó tan rápido como lo había hecho el segundo. Pero estaba segura de que había sido solo un poco más fuerte y gruñí escondiendo mi rostro negándome por completo a gritar. A parte de que mi podía quedar afónica, yo iba a soportar ese castigo y me hice jurar que no gritaría o lloraría. Una gran parte por hacer que el sintiera alguna clase de orgullo y una muy pequeña porque era algo testaruda.
Lo siguientes azotes que conté y agradecí con gran esfuerzo me habían dolido y maldita sea, cada vez más me preguntaba ¿cuánto me tardaba en obedecerle? Era una tortura aún más grande cuando Jack se tardaba en darme el siguiente golpe, era un silencio tan horrible. Aunque "silencio" era por su parte, porque de la mía yo me quejaba y jadeaba con tal de no gritar. Pero aún más grande era la tortura de no saber cuántos iba a darme.
El siguiente azote cayó justo en la parte final de mis glúteos, esa que se unía con mis muslos. Y me pegó tan fuerte que mis piernas se doblaron y me deslicé un poco de la postura que él me había dado.
— ¡Ah! — grité esta vez sin poder evitarlo — Q-quince... quin-ce — tartamudee, tomé una respiración profunda y cerré mis ojos con fuerza — G-Gracias.
— Solo diez más, Elsa. ¿Puedes soportarlo?
Jadee antes de contestar — S-Si puedo, señor.
No quería parar... Bien, una parte de mi sí quería parar, pero no quería verme como una cobarde o una gata asustada que es como me sentía. Quería que al finalizar el castigo, me sintiera orgullosa de mí por haberlo soportado y, la gata asustada que traía dentro de mí, desaparecería. Por eso quería soportarlo, porque quería sentirme valiente como él me veía.
Me preparé para el siguiente azote, y en menos de lo que pensé que llegaría; el cinturón impacto con fuerza brutalmente dolorosa sobre la capa de dolor que habían dejado los quince anteriores. Me sentí desfallecer por un momento y mis piernas volvieron a flaquear, y después de dar un esperado grito, conté y agradecí. Con cada azote que pasaba, me repetía solo faltan ocho, solo faltan siete. Trataba de alentarme a mí misma ¡Yo malditamente debía lograrlo! No iba a pasar el último y decir la palabra de seguridad, eso sería el colmo de la vergüenza y el orgullo. Aunque para los últimos, los sentí mucho más fuertes, habían sido como la cereza que adornaba el pastel, ya que fueron los que finalmente hicieron que mis ojos se cristalizaran, pero parpadee varias veces para no dejar que más dos lágrimas se derramaran.
— ¡Veinticinco! — me quejé con la voz quebradiza para luego tragar forzosamente — Gracias.
Sentía como el pulso se me calmaba poco a poco y mi respiración también. Sentía que mi culo ardía, dolía y hormigueaba tan horriblemente. La adrenalina corría por mi cuerpo y mi garganta dolía un poco.
Sentí sus manos en mi cintura para ayudarme a levantarme y me impulse un poco con mi brazos para hacerle el trabajo más fácil. Me dio la vuelta para encararlo, pero no alcé mi vista, la mantuve en el suelo. Pero por un momento alzo mi mentón y se inclinó para besar las lágrimas que yo había derramado. Luego dejó un beso en mi frente y cerré mis ojos al sentir ese gesto que tanto me había gustado. Volví a bajar mi rostro que tenía una pequeña sonrisa dibujada en los labios.
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Soy Su Sumisa
FanfictionFANFIC JELSA. (Disney crossover) Elsa Arendelle, una chica altamente curiosa e inexperta buscando respuestas ante lo que diariamente ve siendo sirvienta en la casa de los Frost. Un mansión donde los hombres de la familia disfrutan un estilo de vida...